Este dato ha sido facilitado por Rafael Catalá, secretario de Estado de Infraestructuras, que forma parte de una delegación española que visita este lunes Libia para tender puentes con el nuevo régimen surgido tras la caída de Muamar Gadafi.

Catalá acompaña a los ministros de Fomento, Ana Pastor, y de Exteriores, José Manuel García-Margallo, que, junto a representantes de 16 empresas españolas, se entrevistan este jornada con las nuevas autoridades libias.

En este contexto, el secretario de Estado de Infraestructuras explicó a los periodistas que forman parte de la delegación española que este año las empresas constructoras nacionales cerrarán el ejercicio tras haber cerrado contratos en el extranjero por valor de 23.400 millones de euros.

De esta cantidad, 14.000 millones son de obra tradicional, desde carreteras a puertos, mientras que el resto son concesiones para explotar distinto tipo de infraestructuras.

En este contexto, Catalá destacó la potencialidad de Libia como país inversor, ya que las nuevas autoridades tienen intención de desarrollar un intenso programa para modernizar el país.

En este sentido, se espera que Libia impulse, también, un plan para la construcción de viviendas. Una experiencia similar ha permitido que empresas españolas vayan a construir 50.000 viviendas en Argelia.