Berbell ha publicado, junto con la periodista Leticia Jiménez, el libro ‘Los nuevos investigadores’, en el que explican cómo funcionan la policía científica y los servicios de criminalística de nuestro país.

“En cualquiera de este tipo de series, como CSI, dice Berbell, los investigadores son capaces de resolver un caso en cuestión de horas o de días”.

“Esto no se corresponde con la realidad", prosigue, "puesto que estamos en un mundo muy especializado en el cual el investigador que recoge huellas, analiza ADN, realiza inspecciones oculares, toma fotografías, etc., no tiene tiempo ni lugar para hacer ningún tipo de entrevista ni interrogatorio a nadie”.

En este sentido, señala que “se podría dar así en ámbitos pequeños, como por ejemplo, Granada, Navarra, en los cuales, pongamos por caso, el investigador de homicidios y el científico son amigos y éste permite entrar al otro en su terreno”, afirma.

Así, indica el autor, éste es precisamente el origen de 'CSI Las Vegas', cuyo guionista, para narrar la historia, pasa dos meses junto a la policía y descubre que aquél es un ámbito pequeño en el cual la gente dedicada a homicidios y la dedicada a investigación científica trabajaba "codo con codo", por lo que la policía científica se dedicaba también a interrogar.

Es, pues, esta excepción la que ha llevado a la percepción generalizada de que un policía científico puede, al mismo tiempo, extraer ADN y realizar interrogatorios, asegura.

“Pero quizás ocurre que, a veces, la realidad nos resulta muy gris y, entonces, la doramos con imágenes impresionantes llenas de nuevos aparatos y de gente interesante, con las que creamos una realidad paralela que no se corresponde”, añade Berbell.

De entre todos los casos sobre lo que se escribe en el libro, para Carlos Berbell uno de los más interesantes ha sido la resolución del asesinato de Leónidas Vargas (narcotraficante colombiano y jefe del cártel de Caquetá, asesinado a tiros en un hospital de Madrid en 2009), ya que, gracias a las imágenes tomadas por el circuito cerrado del hospital y por los teléfonos móvil se pudo llegar a la identificación de los implicados.

Según Berbell, “es un caso increíble desde el punto de vista de la investigación”, pues debido a los medios tecnológicos existentes, hace algunas décadas el caso no habría podido resolverse, al no existir tantos recursos para hacerlo.

Preguntado si la policía española está a la misma altura que, en este caso, la americana, Carlos Berbell cree que “tenemos grandes investigadores en las policías españolas, tanto en el caso de las autonómicas como las nacionales y la Guardia civil”.

“Lo que ocurre", explica, "es que los policías trabajan muy discretamente y, cuando se les empieza a conocer, sí que se encuentran los rasgos que vemos en las películas, de gente comprometida con su trabajo, etc., que ha resuelto los casos de la manera tan brillante en la que lo hicieron”.

Así, Berbell considera que la policía española está a la altura tanto de la americana como de todo el entorno europeo.

El único problema que observa, afirma, es que la policía española “se vende mal” y entiende que “si se vendiera un poquito mejor, se le tendría una percepción distinta”.

Sobre qué diferencia a los nuevos investigadores de los de antes, el autor señala, principalmente, la tecnología, debido a los cambios en los dispositivos móviles y a las nuevas formas de comunicarse.

Esto pudimos verlo, explica, en la investigación del caso Bretón, durante la cual, mediante un dispositivo como el i-phone, pudo determinarse dónde estuvo el sospechoso en cada momento, lo cual hace veinte años habría sido imposible.

El libro reúne los casos más relevantes de los 'CSI españoles' en los últimos tiempos y busca informar, entretener y ayudar a comprender cómo trabajan los nuevos investigadores, explicando con minuciosidad las técnicas y los medios más modernos de los que actualmente se dispone.