La iniciativa fue rechazada por el PP, que instó a Amaiur a exigir la disolución incondicional de ETA antes de hacer ningún tipo de propuestas sobre el sistema penitenciaro o la asunción de competencias en esta matería por el Gobierno vasco.

Lareina explicó desde la tribuna de oradores que su intención es lograr el respeto a los derechos individuales que reconoce el texto constitucional y propuso un cambio efectivo del modelo de política penitenciaria.

Se trata de una reforma que afectaría a una población de más de 70.000 reclusos en España y que Amaiur cree que "no cuentan ni para la sociedad, ni para las instituciones, ni para el Gobierno".

Todos ellos, dijo Lareina, se ven privados del derecho que les garantiza el artículo 25 de la Constitución que indica que "las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social".

Reprochó al ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, que en el momento de debatir la interpelación en el Congreso "sólo" se le ocurriera "hablar de los presos de ETA, que son alrededor de 500, olvidándose del resto que llegan a unos 70.000".

Amaiur recordó que España está a la cabeza de Europa en número de presos por cada 100.000 habitantes, con una elevada reincidencia. masificación en las cárceles, consumo de drogas y falta de atención sociosanitaria y educativa.

Por todo ello, quieren la elaboración de un Libro Blanco en colaboración con las administraciones autonómicas para aboradar después una reforma global y plantear un sistema penitenciario vasco propio.

Sin embargo, la sombra de ETA planeaba sobre el debate. La intervención más dura corrió a cargo del representante del PP Conrado Escobar quien expresó su "clara y rotunda" oposición a una iniciativa que consideró un "sarcasmo" y un "insulto" a las víctimas del terrorismo.

Antes de hacer ningún tipo de propuestas en materia penitenciaria, dijo, "tienen que exigir la disolución y la entrega de armas a ETA" que somete a sus presos a una "doble celda", la de la prisión y la de la "coacción" de la banda terrorista para que no se acojan a medidas de reinserción.

Lareina rechazó que "se pueda entender que Amaius es lo mismo que ETA. Amaiur no es ETA, ni ha sido nunca ETA y no podemos admitir esa equiparación".

El diputado recordó que esta formación siempre ha defendido la disolución de ETA, ha hablado de "reparación a todas las víctimas y hemos mostrado nuestro respeto y dolor con lo que han sufrido. Lo contrario es falso y reivindico que no vuelvan a mezclar unas cosas con otras".

Tampoco el PSOE se pronunció a favor de la iniciativa contra un sistema que "no es un fracaso total", sino que es un "buen sistema" edificado sobre el respeto a los derechos fundamentales de las personas como establece la Constitución.

El PNV y La Izquierda Plural se decantó a favor de esta moción. Para Ricardo Sixto (IU) "son más importantes las cosas que se dicen, que quién dice las cosas".

Aitor Esteban (PNV) explcó que hay "personas y formaciones que todavía necesitan parapetos para hablar de algunos temas". Juzgó que no hay propuestas concretas en la moción y apostó por llevar este debate al Parlamento Vasco.