En este sentido, en declaraciones a los medios de comunicación tras el debate de esta iniciativa, el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, denunció que ha sido un “acto de maquillaje” para resolver una iniciativa que ha tardado dos años en llegar al Congreso.

Ferrer recordó que en noviembre de 2010 se depositó la iniciativa y que en julio del año siguiente ya se habían superado el millón de firmas respaldando su texto. Sin embargo, criticó que “se ha demorado hasta diciembre de 2012”, lo que ha “añadido sufrimiento” a los trabajadores.

En su opinión, este retraso es “una muestra más de que nuestro sistema democrático necesita reformas”.

Asimismo, advirtió al Ejecutivo que, “igual que se ha encontrado una iniciativa legislativa popular que pertenecía a la anterior legislatura, se va a encontrar una respuesta del Tribunal Constitucional diciendo que su reforma es claramente inconstitucional”.

En una línea similar, el secretario de Acción Sindical de CCOO, Ramón Górriz, denunció el “desprecio” del PP hacia el “más de un millón de personas que han firmado” la iniciativa y que “habrían sentido vergüenza” viendo el hemiciclo “medio vacío”.

Por otro lado, los dirigentes sindicales agradecieron a los grupos de la oposición que respaldaron la iniciativa, en especial a IU y el PSOE por presentar un recurso de inconstitucionalidad contra la reforma del actual Ejecutivo.

Asimismo, valoraron que el PSOE respaldara este texto que es contrario a la reforma laboral llevada a cabo por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. En su opinión, supone un “proceso de reconsideración” por parte del grupo socialista.

Por último, denunciaron el “atentado contra la democracia” llevado a cabo por la Delegación del Gobierno en Madrid por prohibir la manifestación prevista coincidiendo con la toma en consideración de la iniciativa.