Según indicó Iberia, tras fracasar el pasado viernes en su intento por parar las movilizaciones, acudirá a ese encuentro con el objetivo de intentar la desconvocatoria de una huelga que considera “innecesaria y desproporcionada”, teniendo en cuenta que ha mostrado su disposición a negociar el Plan de Transformación.

Los sindicatos UGT, CCOO, USO, Asetma y Sicpla han convocado seis días de huelga (cinco de ellos consecutivos), entre el 14 y el 21 de diciembre. Iberia denuncia que los paros son en uno de los periodos donde más viajes familiares se producen, lo que agrava la situación de la empresa y perjudica especialmente a los clientes, sin que los trabajadores de la compañía obtengan ningún beneficio.

A este respecto, indica que en esas fechas se dificulta el acople de los clientes afectados en vuelos alternativos, pese a lo cual asegura que pondrá todos los medios a su alcance para ofrecerles soluciones.

“Haremos todos los esfuerzos que sean necesarios para mitigar el daño que estas huelgas puedan producir a nuestros clientes y todos nuestros empleados que no la secunden se volcarán en ofrecer la mejor atención y servicio posible”, afirmó el consejero delegado, Rafael Sánchez-Lozano.

“La huelga no es una respuesta cuando hay un plan encima de la mesa cuyos aspectos laborales la compañía ha manifestado la intención de negociar. Además del daño que estas huelgas hacen a los clientes, agravan la actual situación de la compañía, que ya acumula pérdidas de 262 millones de euros hasta septiembre”, añadió.