Los golpes frecuentes en la cabeza que se reciben en algunos deportes incrementan el riesgo de demencia

- Según un estudio de la Universidad de Boston

MADRID
SERVIMEDIA

Recibir golpes en la cabeza de manera habitual, aunque sean leves, como ocurre en ciertos deportes, incrementa el riesgo de sufrir encefalopatía traumática crónica, una dolencia cerebral degenerativa que puede provocar pérdida de memoria, depresión y demencia, según una investigación que publica la revista científica ‘Brain’ y de la que se hace eco el diario 'The New York Times'.

En el trabajo, liderado por Ann McKee, profesora de Neurología y Patología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston (EEUU), han participado investigadores del Centro para el Estudio de la Encefalopatía Traumática de dicho centro docente, en colaboración con el Sistema Sanitario para Veteranos del Ejército de Boston y el Sports Legacy Institute.

La investigación, que se ha prolongado durante cuatro años, ha analizado muestras de tejido cerebral de 85 personas ya fallecidas, de edades comprendidas entre 17 y 98 años, de las que 68, el 80%, eran hombres, la mayoría de ellos deportistas, que presentaban síntomas de sufrir encafalopatía traumática crónica. Del grupo al que se detectó el trastorno neurodegenerativo, 50 eran jugadores de la Liga de Fútbol Americano y la mayor parte ocupaban los puestos de mayor contacto físico, como el de defensa.

Los casos fueron clasificados en cuatro grupos, dependiendo de la gravedad de los síntomas, incluyendo en los de fase 1 a los que sufrían dolores de cabeza y falta de atención y concentración, mientras que en la 2 se incluyó los que tenían depresión, pérdida de memoria a corto plazo y comportamientos explosivos; en la 3, a los que presentaban daños cognitivos y dificultad con funciones ejecutivas como planificar y organizar, y en la 4 a los que presentaban demencia, dificultad para recordar palabras y agresividad.

El número de casos estudiados ha permitido a los investigadores “observar la enfermedad en todas sus fases y cómo da comienzo y se extiende en el cerebro, lo que nos da una idea del mecanismo de funcionamiento de estas lesiones", asegura McKee. Sin embargo, para demostrar definitivamente que los traumatismos craneales sufridos en la práctica del deporte causan encefalopatía traumática crónica sería necesario detectar la enfermedad en pacientes vivos con tecnología de diagnóstico por la imagen, análisis de sangre y otras técnicas.

Los autores del trabajo tampoco pudieron confirmar por qué algunos atletas expuestos a las mismas condiciones no desarrollaron el trastorno, o determinar el porcentaje de deportistas que tienen riesgo de desarrollarlo, ya que para ello tendrían que comparar los tejidos de los que desarrollaron la enfermedad con los que no lo hicieron, y en este último caso las familias suelen estar menos dispuestas a donar sus cerebros a la ciencia.

(SERVIMEDIA)
08 Dic 2012
LVR/caa/gja