Lobón, que compareció ante la Comisión de Investigación del Ayuntamiento de Madrid, se basó en análisis técnicos y en interpretaciones de las leyes para argumentar que el edificio municipal no necesitaba "licencia de funcionamiento porque quedó implícita en la firma de las actas de recesión de la obra" y que tampoco debía estar sujeta a las normas del Código Técnico de la Edificación "porque fue construido antes de entrar en vigor esta nueva normativa y no ha sido reformado o ampliado".

La funcionaria del Ayuntamiento de Madrid aseguró que "queda claro que el edificio cuenta con todas las licencias de obra, actividad y funcionamiento. El Código Técnico de Edificación no le es aplicable, y cumple con las normas vigentes al momento de su construcción (2002-2005)", y resaltó que "esto no quiere decir que sea inseguro".

Empero, Lobón responsabilizó a la empresa 'Diviertt', que organizó el evento, de la muerte de las cinco jóvenes por haber sobrepasado el aforo permitido. "Un edificio que puede ser plenamente seguro, al triplicar el aforo, se puede convertir en inseguro y llevarnos a donde nos ha llevado".

Los planteamientos de la funcionaria caldearon los ánimos de los portavoces de UPyD y del PSOE. Jaime Berenguer, del PSOE, lo calificó como una "tomadura de pelo, vergüenza y políticamente infumable" y recordó que la comisión es política "por lo que a mí no me enrollen con temas del Código, déjenle eso a sus 'señorías'. Lo que hay que explicar es por qué el Ayuntamiento guardó, tapó, los informes de deficiencias en el edificio y permite su uso para lo que no está destinado", subrayó.

Mientras que para Pedro Pablo García Rojo, del PSOE, "es inaudito que la ausencia de licencia se ampare en la no remodelación, cuando se altera de manera permanente el uso del pabellón que ha sido creado para celebrarse partidos de tenis y baloncesto".

Sin embargo, el portavoz del PP, Enrique Núñez, recalcó que "lo ocurrido fue un mal uso, un uso ilícito al arrendamiento".

POR SEGURIDAD, LA FIESTA SIGUIÓ

Por su parte, la delegada de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Fátima Nuñez, señaló este lunes ante la Comisión de Investigación del 'Madrid Arena' que el inspector jefe de la Policía Municipal, Emilio Monteagudo, le aconsejó que "era conveniente que se continuara con la fiesta para garantizar la seguridad de los asistentes", extremo que corroboró con los servicios de emergencias.

Según narró, se presentó en el ‘Madrid Arena’ alrededor de las 5 de la madrugada. Cuando lo hizo se le informó de que dos jóvenes habían fallecido y otras tres habían sido trasladadas al hospital. Aún así, no fue hasta las 6 de la mañana cuando fue desalojado el lugar.

Enfatizó que "nadie informó a la Policia Municipal que dentro del recinto había acontecido algo grave". Subrayó además que la Policía Municipal no era la encargada de la seguridad del evento, pues era un evento privado y los organizadores, Diviertt, habían contratado su propio equipo de seguridad.

Aclaró que fue el 26 de octubre cuando Madrid Espacios y Congresos le informa del evento en el ‘Madrid Arena’ con un aforo aproximado de 7.000 personas.

"El nivel de riesgo era medio por el aforo, se eleva a alto el mismo 31 de octubre. El cambio de riesgo no se produce por el evento en sí, sino por el impacto que podría tener en las inmediaciones de Casa de Campo", apuntó la delegada de seguridad.

Estimó que la preparación y organización del dispositivo policial municipal "fueron adecuados, que atendió a las exigencias legales y procedimentales; y además los encargados del dispositivo cumplieron con sus misiones".

Por último, señaló que lo vivido esa noche "nunca lo olvidaré y la sensación de impotencia que experimenté seguirá conmigo por mucho tiempo".