En un encuentro con el Foro ABC, Blanco se mostró “satisfecho” como miembro del Gobierno por entender que se ha cumplido el objetivo prioritario, que era la liberación del atunero y el regreso de sus tripulantes. Con ello y con la reacción del PP, sentenció, la autocrítica “quedó vista para sentencia”.

La prueba de ello, añadió, es que “la cara es el espejo del alma y, si juzgamos la cara que ayer tenía Rajoy, estaba irritado, en lugar de estar satisfecho” por la resolución del secuestro. Aunque el propio presidente del Gobierno agradeció el comportamiento del PP, después la vicepresidenta primera acusó a ese partido de ponerse del lado de los piratas, y en opinión de Blanco ese cambio se debió a que Rajoy apenas tardó “unos segundos en volver a las andadas”.

Por ello, concluyó que Rajoy “no está a la altura de las exigencias del país” y a pesar de ello expresó su deseo de que se mantenga donde está mientras en su partido “unos tratan de apuntalar y otros de apuntillar, pero todos tratan de sustituirlo”.

Blanco cree que en este asunto Rajoy perdió “una oportunidad para estar callado” y demostrar “un poquito de paciencia” esperando a las comparecencias antes de exigir reprobaciones de miembros del Gobierno. “La ansiedad es mala consejera”, le advirtió.