Dijo que las residencias infantiles del Gobierno regional se caracterizan por “ofrecer a los menores acogidos experiencias similares a las de los niños que crecen en sus hogares con sus familias” y explicó que en estos centros “residen menores con características y necesidades de diversos tipos que requieren ser atendidas de manera específica”.

Señaló que la contratación del servicio de atención auxiliar incluye, entre otras tareas, gestión de la compra de alimentos, acompañamiento o atención y cuidado de los menores en las actividades cotidianas.

El servicio será realizado por auxiliares de hogar e incluye actuaciones como el apoyo al equipo educativo del centro en tareas de la vida cotidiana de los chicos tutelados, acompañamiento a los menores en sus desplazamientos habituales, preparación de menús y gestión de la compra de alimentos, así como la limpieza de las dependencias de los recursos.

Asimismo, la iniciativa contempla el apoyo en la atención y el cuidado de menores con discapacidad o necesidades especiales en actividades relacionadas con la alimentación, la higiene personal o los desplazamientos en el interior o al exterior de la residencia.

La contratación por procedimiento abierto de este servicio de atención auxiliar, aprobada hoy, se refiere a la prestación del servicio en las residencias infantiles de Alcorcón, Alcalá de Henares, Leganés, Móstoles, Parla, Arce Rojo y Las Azaleas, que cuentan a día de hoy con 145 menores.

En la Comunidad de Madrid existen cerca de 90 residencias infantiles y centros residenciales para niños y jóvenes que se encuentran bajo la protección del Gobierno regional.

Una red que se caracteriza por la especialización de los recursos de acuerdo a las necesidades de los chicos que por diversas circunstancias se encuentran bajo la tutela de la Administración regional que les ofrece un ambiente estable para su desarrollo personal y educativo.

A día de hoy, el Ejecutivo regional, a través del Instituto Madrileño de la Familia y el Menor, mantiene tutelados a 4.600 menores, la mayoría (un 62%) convive con familias madrileñas de acogida y el resto, en los hogares y residencias infantiles que existen en la región.