El ministro responsable de Aviación, Jim Fitzpatrick, ha reconocido que llevará una semana devolver los 28.000 bultos cuyos destinos se separaron de sus dueños cuando éstos decidieron utilizar la nueva y flamante T-5, que es de uso exclusivo de British Airways.

Ante semejante problema, Fitzpatrick manifestó que la apertura de la terminal, cuyo presupuesto ascendió a 4.300 millones de libras esterlinas (5.600 millones de euros), "ha quedado por debajo de las expectativas".

Fitzpatrick, que visitó ayer la T-5, ha asegurado también que los pasajeros han sufrido "una mala e inaceptable experiencia de viaje" y deberían recibir la compensación económica a la que tengan derecho.

Los problemas durante cinco días seguidos en la citada terminal han llevado también a que la antorcha olímpica, que llegará a Londres el próximo sábado, no lo haga por la T5, sino por una sala VIP.

British Airways, usuaria exclusiva de la terminal, reconoció inicialmente que había 15.000 equipajes perdidos, pero posteriormente ha elevado la cifra hasta 20.000. La compañía asegura que sus empleados están trabajando las 24 horas del día para normalizar la situación.