El sindicato de enfermería asegura que, a pesar de la escasez de camas, la dirección de la clínica acaba de cerrar el edificio de la residencia, que dispone de 70 plazas, debido a la falta de enfermeras.

La situación que atraviesa el hospital es "caótica", en opinión del sindicato, dado que "n pleno siglo XX no pueden tener tirados en el pasillo a pacientes graves monitorizados, muchos de ellos con suero y oxígeno".

"En las plantas 1 y 2, donde permanecen 28 pacientes en los pasillos, sólo prestan asistencia sanitaria 14 enfermeros, que deben controlar a los 251 enfermos ingresados en las habitaciones de estas plantas dedicadas a cirugía", aseguró José María Porras.

Porras, que exige una pronta solución para este problema, recordó que los madrileños instalados en los pasillos tienen os mismos derechos a ser atendidos en las mejores condiciones asistenciales que el resto de los ingresados.

El sindicato animará a los familiares de estos pacientes a denunciar ante la gerencia y el servicio de atención al paciente los casos de atención deficiente.