Así lo anunciaron el concejal de Autonomía Personal, Roberto del Pozo, y el presidente del Consejo Territorial de ONCE-Cantabria, Gustavo Seco, durante su visita al Centro de Formación y Empleo (CEFEM) del Barrio Pesquero.

Del Pozo explicó que las obras realizadas por el consistorio santanderino, el Imserso y Fundación ONCE en el Centro de Formación y Empleo han permitido eliminar el peldaño de acceso al mismo, que fue sustituido por una rampa.

Del Pozo también se refirió a otras actuaciones realizadas en el CEFEM, entre las que citó la mejora de la comunicación vertical, mediante la instalación de un ascensor; la sustitución de las puertas de la sala multiusos para salvar un peldaño de 12 centímetros mediante la creación de una rampa; la instalación de aseos adaptados en la primera y segunda planta, y la rectificación de la posición de los sanitarios y de la barra de apoyo del aseo de la planta baja y la instalación de señalética.

"La discapacidad no está en las personas, sino en su entorno, por ello, con la construcción de un entorno accesible contribuimos a la eliminación de la discapacidad", aseguró el concejal, quien añadió que con la actuación realizada en el Centro de Formación y Empleo "se facilita el acceso de las personas con discapacidad a la formación y, en definitiva, al empleo, un objetivo prioritario para el equipo de gobierno".

Por su parte, el presidente del Consejo Territorial de ONCE-Cantabria recordó que, gracias al recurso de la venta de juego, Fundación ONCE obtiene los recursos necesarios para eliminar todo tipo de barreras, no sólo las físicas, contribuyendo así la normalización de cualquier persona con discapacidad.

En este sentido, el responsable de Autonomía Personal insistió en que la última de las actuaciones realizadas a través del convenio de colaboración suscrito entre el Ayuntamiento de Santander, el Imserso y Fundación ONCE ha consistido en la construcción de un nuevo aseo adaptado en el Mercado de la Esperanza, que contribuirá a mejorar la accesibilidad y a suprimir las barreras arquitectónicas, tanto para los trabajadores como para los usuarios, una iniciativa en la que se han invertido más de 29.000 euros.