En este último escenario, el director del Instituto de Innovación Social de Esade, Ignasi Carreras, augura que "entre el 20 y el 25% de las ONG pasarán de ser activas a inactivas".

Además, el estudio vaticina que las opciones de crecimiento provendrán esencialmente del ámbito privado, con unos donantes que cambiarán sus exigencias a las entidades en términos de profesionalidad y transparencia.

A diferencia de la percepción generalizada, el informe indica que entre 2008 y 2011 se mantuvo el estatus económico de las ONG: la financiación pública compensó la caída en la privada. Sólo en 2011 el sector recibió más de 8.000 millones de euros de financiación, con una alta dependencia de la financiación pública (70% del total) y más del 20% de la privada procedente de la Obra Social de las Cajas de Ahorro.

En ese periodo, el volumen de empleo superó los 400.000 trabajadores remunerados, representando el 1% del PIB.

MÁS DEMANDA Y MENOS RECURSOS

El estudio señala el año 2012 como el punto de inflexión con la llegada real de la crisis para el Tercer Sector de Acción Social. De este modo, indica varios motivos: caídas en la financiación de más del 10%, dificultades de cobro cada vez más acuciantes, crecientes costes financieros y un entorno donde las fuentes tradicionales de financiación se "secan" a gran velocidad.

En este sentido, Carreras augura que "los años 2012 y 2013 van a representar un auténtico tsunami en cuanto a la reducción de los recursos económicos de las ONG". "Y eso acontece justo cuando la demanda social sigue creciendo significativamente. Muchas de ellas van a tener que reinventarse en profundidad", añade.