Bedia, que estuvo algo menos de una hora declarando como imputado en la Audiencia Nacional, explicó que en la reunión que la Comisión de Auditoría, de la que era miembro, celebró el pasado 26 de marzo estuvo presente el socio de la auditora Deloitte Francisco Celma.

Según fuentes jurídicas, el imputado dijo que Celma comentó estas “cuestiones pendientes” de pasada y que no puso énfasis en los problemas contables. En concreto, Celma, que deberá declarar como testigo ante el juez Andreu, detalló como puntos flacos en los números la valoración de las acciones de Bankia en BFA y los créditos fiscales.

Bedia, que representaba a CCOO en el Consejo de BFA, reiteró que estos aspectos fueron citados de pasada entre otros más de diez puntos con los que contaba el orden del día de la reunión de la Comisión de Auditoria.

Tras este encuentro, el Consejo de Administración de la entidad aprobó las cuentas iniciales, unos números que tuvieron que se corregidos en menos de dos meses, con la salida de Rodrigo Rato y la llegada del nuevo presidente, José Ignacio Goirigolzarri. Las nuevas cuentas, aprobadas en mayo, destaparon el agujero de Bankia, con unas pérdidas cercanas a los 3.000 millones de euros.

DESCONOCIMIENTOS DE LOS PROBLEMAS

El otro exconsejero de BFA que declaró hoy como imputado ante el magistrado de la Audiencia Nacional, Francisco Baquero, explicó por su parte que estas “cuestiones pendientes” planteadas por el representante de Deloitte en la Comisión de Auditoria no llegaron al Consejo de Administración cuando se aprobaron los primeros números el pasado 28 de marzo.

Baquero, que dijo no tener formación académica, señaló que no tuvo conocimiento de las reticencias de Deloitte sobre la contabilidad de Bankia hasta que se plantearon las nuevas cuentas con la llegada de Goirigolzarri. Aseguró que el anuncio produjo sorpresa entre los consejeros, según indicaron fuentes jurídicas.

Explicó en este sentido que votaron las cuentas reformuladas por “responsabilidad” y como gesto de confianza hacia el nuevo presidente. Los consejeros entendieron además que esto números contaban con el aval del Gobierno y del Banco de España.

El plato fuerte de las declaraciones de esta semana llegará este viernes, cuando está citado como imputado el exministro del Interior y antiguo secretario general del PP Ángel Acebes, quien fue consejero de BFA.

VARIOS DELITOS

Al admitir a trámite la querella, el magistrado imputó a Acebes y a los demás exconsejeros de BFA y de Bankia delitos de falsificación de cuentas, administración desleal, maquinación para alterar precio cosas y apropiación indebida.

El juez Andreu abrió la investigación contra los exresponsables de Bankia y BFA el pasado 4 de julio, cuando admitió a trámite la querella interpuesta por UPyD.

El magistrado destacó en el auto de admisión a trámite que la presunta estafa de Bankia habría podido producir “una grave repercusión en la economía nacional, así como un perjuicio a una generalidad de personas”, ya que la entidad bancaria tiene “suma relevancia en el sistema financiero español, al tratarse del cuarto banco más grande de España en volumen de activos, con más de 11 millones de clientes”.

En la causa obran ya los informes elaborados por el Banco de España, en los que se refleja que no alertó hasta diciembre de 2011 de que Bankia necesitaba 8.208 millones de euros adicionales para cubrir las pérdidas esperadas de los préstamos y de los activos adjudicados.

Bankia nació como marca comercial en marzo de 2011, fruto de la unión de Caja Madrid, Bancaja, La Caja de Canarias, Caixa Laietana y las cajas de Ávila, Segovia y Rioja. La entidad salió a bolsa en julio de 2011 pero no llegó a cumplir un año de vida, pues fue nacionalizada el pasado mes de mayo por un agujero de 19.000 millones de euros.