Amat se reunió hoy con trabajadores y con los residentes y sus familiares, quienes le trasladaron su preocupación por su futuro incierto, pues la última propuesta ha sido convertir la residencia en pisos tutelados en los que los usuarios, según les han informado, tendrían que tener dinero suficiente para hacer frente a los servicios necesarios.

Amat criticó que la Comunidad de Madrid, junto con el Ayuntamiento de Móstoles, quiera dejar de prestar el servicio a los 37 residentes, además de dejar sin puesto de trabajo a sus 10 empleados.

“En el año 2009 se invirtieron 1,8 millones de euros en la reforma de la residencia y ahora quieren dejarla vacía y no sabemos para qué”, señaló.