En un artículo titulado 'La promesa', que publica el magacín digital JotDown, González-Sinde lamenta la deriva en la que considera que ha entrado el grupo editor de 'El País', el periódico que asegura que ha sido el diario de referencia en su familia desde que era niña y por el que ha sentido siempre la mayor consideración, pese a que le puso "de vuelta y media" cuando era ministra por la "Ley Sinde'.

Esa deriva, denuncia la exministra, que ha alejado a Prisa de la etapa fundacional de Jesús de Polanco y Pancho Pérez González y que ha tenido como colofón, a su juicio, "el artículo que los jefes supremos (de 'El País') firmaron este pasado fin de semana", justificando el ERE emprendido en el periódico.

"Se les nota como resentidos o dolidos con todo el alboroto que hemos armado los intelectuales, los de la farándula, los de las artes y compañía con una reducción de personal que no es distinta de las que están haciendo todas las empresas españolas grandes, medianas o pequeñas que se precien. Sienten que se lo reprochamos pública e injustamente. ¡¡Incluso los colaboradores les han ofendido!!"

"Pero es que esta reducción es distinta", sostiene González-Sinde, porque se aplica en un periódico que "empezó a hacernos promesas el 4 de mayo de 1976. Nos prometió que tenía, ante todo, un estándar moral mayor que cualquier otro diario. Que tenía valores. Que coincidían con los nuestros. Que los defendería. Que ese mundo compartido era crucial para la democracia que empezaba".

"Hace cosa de un mes se abrió un proceso de reducción de plantilla en la redacción de ese periódico que decía lo contrario. Y todos nos sentimos desconcertados primero y, el sábado 10 del 11 del 12, estafados. Y cuando te estafan, te indignas", añade.

Para la exministra, "los lectores lo hemos consentido, pero los lectores no nos esperábamos esto".

"No voy a hablar aquí de los nombres propios de periodistas despedidos que conozco personalmente y por los que estoy preocupada, porque eso es parte de mi cornada y ya me la lamo yo en casa. No voy a hablar de qué pasa con un país que desperdicia el talento. Voy a volver a hablar de lo que significa para el sector cultural de este país el lento desguace o desmantelamiento de un grupo empresarial de comunicación con sensibilidad que no tiene sustitución. Es simplemente una catástrofe de dimensiones colosales".

Para Sinde, los responsables de 'El País' "se han arrogado papeles de garantes de la democracia en los que quizá se han excedido", y han dado la sensación de que "en ocasiones se han llegado a creer moralmente superiores a los otros periódicos, a los gobernantes, a las instituciones e, incluso, a sus lectores".