En la presentación de estos resultados, la compañía achaca la caída de los ingresos por servicios a la “debilidad” de la economía española y al elevado desempleo que sufre el país, que ha afectado a la confianza de los consumidores.

En este sentido, apunta que los usuarios han seguido reduciendo su gasto y optimizando sus tarifas. No obstante, destaca el “fuerte crecimiento” en el tráfico de datos (20,6%) gracias al aumento en el uso de los ‘smartphones’ y de las tarifas que incluyen las llamadas y el acceso a Internet. También subraya el aumento de la facturación en telefonía fija (6,5%).

Por último, la operadora recuerda su decisión de eliminar las subvenciones para la adquisición de teléfonos móviles, aunque admite que en el segundo trimestre del ejercicio fiscal (entre julio y septiembre) se “reintrodujeron de forma promocional, aunque en una cuantía inferior”.

El descenso del 19,3% en los ingresos por servicios se explica en 11 puntos por la caída orgánica de la facturación, en cuatro décimas por otras actividades y en 7,9 puntos por el cambio de moneda.

Por su parte, el beneficio operativo ajustado de la compañía en España se redujo en casi una tercera parte (31,6%) hasta casi 310 millones de euros (247 millones de libras). De este descenso, un 23,3 puntos tienen carácter orgánico y 6,6 puntos proceden del cambio de divisa.