Según informó este lunes la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el resultado del grupo “se ve afectado por varios factores extraordinarios relativos a la inversión en Iberdrola”.

El beneficio antes de los resultados extraordinarios por la eléctrica se situó en 719 millones, un 2,7% menos que hace un año.

Las ventas hasta septiembre de ACS alcanzaron los 28.468 millones, un 56,3% más que hace un año. La incorporación de la alemana Hochtief y la expansión internacional del grupo hacen que la actividad fuera de España represente el 82,6% de las ventas. Mientras, la producción nacional bajó un 22,3%.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) subió un 51.5%, hasta los 2.320 millones de euros.

Por su parte, la cartera de actividad de ACS subió un 7,5% entre enero y septiembre, hasta los 66.865 millones, lo que representa 21 meses de trabajo.

La deuda neta de la constructora descendió en los últimos doce meses un 5%, equivalente a 485 millones, hasta los 9.214 millones. Esta cifra incluye € 1.882 millones correspondientes a su filial alemana, que incrementó su saldo en 1.100 millones desde septiembre de 2011.

IMPACTO IBERDROLA

Desde ACS recordaron que la venta del 3,69% de Iberdrola en abril ha supuesto unas pérdidas de 599 millones después de impuestos.

Además, al cierre del primer semestre de 2012 se realizó un test de deterioro sobre la inversión en Iberdrola, fruto del cual se concluyó que el valor razonable de la inversión de ACS en Iberdrola era de 5,6 euros por acción.

El impacto se contabilizó en la cuenta de pérdidas y ganancias del Grupo ACS por un importe negativo de 962 millones después de impuestos.

Por otra parte, se han incorporado los costes incurridos y las pérdidas relacionadas con los procesos de refinanciación de los vehículos utilizados para la inversión en Iberdrola.