El nuevo departamento será un “servicio central unificado de investigaciones patrimoniales y de localización de activos”. A este asunto se refirió este jueves en Roma el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, quien intervino ante la asamblea plenaria de Interpol, que se celebra esta semana en la capital italiana.

Según informó la Policía, Cosidó presentó, ante un millar de representantes policiales de 168 países, la ponencia “Los retos policiales frente a la violencia de los delitos del mundo actual”.

En esta ponencia, el director general destacó que la lucha activa contra la delincuencia económica y el blanqueo de capitales es el camino más seguro para la desarticulación de los grupos del crimen organizado.

Por ello la Policía Nacional española ha diseñado un “Plan específico de Acción” que busca la neutralización de las vías de financiación de los grupos criminales y “mejorar las respuestas de las unidades de investigación ante fenómenos delictivos emergentes, -asociados a las nuevas tecnologías-, como la delincuencia económica, el blanqueo de capitales, los fraudes electrónicos, los delitos fiscales o los delitos de corrupción”.

UNIDAD TECNOLÓGICA

Este plan presentado por Cosidó incluirá la colaboración con organismos externos y una nueva aplicación informática para reforzar el análisis operativo. También incluye la creación de una Unidad Central de Investigaciones Tecnológicas, que prestará servicio a otras unidades centrales de Policía Judicial dedicadas a la investigación del crimen organizado, la corrupción o el blanqueo de capitales. Asimismo, se implantará un “servicio central unificado de investigaciones patrimoniales y de localización de activos”.

Al mismo tiempo, el director general informó de que en lo que va de año la Policía Nacional ha detenido a 4.065 personas vinculadas a redes criminales y se han desarticulado 294 grupos. También se han intervenido 355 armas de fuego, 165 armas blancas, 384 turismos y 40 embarcaciones. Al mismo tiempo, se han localizado a estos grupos delictivos 140 kilogramos de joyas; 3.682 teléfonos móviles; 453.450 cajetillas de tabaco; y más de 21,5 millones de euros en efectivo.