Así lo indicó el responsable de Economías Desarrolladas de BBVA Research, Rafael Doménech, en la rueda de prensa de presentación del último informe “Situación España”.

Si el Gobierno decide revalorizar las pensiones, hay que descontar de la inflación el componente energético, porque es una transferencia de renta al exterior, y el efecto de la subida del IVA, porque eso es una transferencia a las administraciones públicas, dijo.

“Todo lo que son transferencias de rentas, sean al resto del mundo o al sector publico, deberían descontarse a la inflación con que se revaloricen las pensiones o cualquier otra renta”, como los salarios, agregó.

Según Doménech, revalorizar las pensiones “es una decisión política”, ya que se trata de determinar “como se reparten los ajustes de la crisis entre los agentes económicos”. “Independientemente de la decisión política, lo verdaderamente importante es asegurar el equilibrio financiero del sistema de pensiones a medio y largo plazo”, dijo el responsable de Economías Desarrolladas, quien abogó por acelerar las medidas ya anunciadas sobre el factor del sostenibilidad y que se alargue la edad de jubilación.