Según informó este viernes la inmobiliaria a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los ingresos cayeron un 57,7%, hasta los 107,5 millones.

Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) arrojó un saldo negativo de 55,7 millones en los primeros nueves meses del ejercicio, frente al resultado positivo de 61,9 millones de hace un año.

En la actividad residencial, las viviendas entregadas sumaron 34,7 millones de euros, un 80% que en los nueve primeros meses de 2011.

Por su parte, las ventas comerciales en el periodo cayeron un 43%, hasta los 34,5 millones.

El endeudamiento financiero neto del grupo se redujo un 1%, hasta los 3.613,6 millones, y el número de empleados se bajó un 2%, hasta los 420 profesionales.