En declaraciones a los medios de comunicación tras entregar la documentación para la convocatoria de la huelga, los responsables de los sindicatos CCOO, UGT, USO, CGT y de la Confederación Intersindical acusaron al Ejecutivo de ser el culpable de que se vaya a producir un paro general el 14 de noviembre.

En este sentido, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, aseguró que, tras la huelga, “seguirá abierto el conflicto” contra las medidas y reformas aprobadas por el Gobierno y advirtió al Ejecutivo de que éste es un proceso “de largo recorrido”. “No acaba el 14 de noviembre”, afirmó.

Además, Toxo denunció la “operación de destrucción de lo público” que, en su opinión, está acometiendo el Gobierno.

Por su parte, el líder de UGT, Cándido Méndez, criticó que “los gobernantes frivolizan y juegan con el drama del paro”, y sostuvo que la huelga general supondrá un “aldabonazo en la conciencia social del país”.

También defendió que ésta será una huelga “constitucional y solidaria” ya que los recortes y medidas del Gobierno “afectan al 99% de la población” y sólo el 1% restante “está protegido frente a la crisis”.

Por esta razón considera que el 14 de noviembre debe ser “algo más que un paro laboral”. “Debe ser un acto de solidaridad contra las políticas que nos están llevando a la catástrofe económica y social”, afirmó.

Entre estas medidas que, en opinión de Méndez, están llevando al país a la catástrofe se encuentran las de reducción del déficit, que podrían estar logrando su objetivo pero con un fuerte coste social. “Tanto sacrificio para ningún resultado”, denunció.

CSI-F

Por otro lado, los líderes de CCOO y UGT se acordaron en sus declaraciones del sindicato de funcionarios CSI-F, que no ha secundado esta convocatoria de huelga.

En concreto, Toxo apuntó que, “los que a última hora han decidido descolgarse de la convocatoria, allá ellos con sus responsabilidades”.

En una línea similar, Méndez criticó que haya quienes crean que los recortes, en especial el publicado ayer por el BOE que facilita el despido por ERE en las administraciones públicas “no va con ellos” ya que sólo afecta al personal laboral.

“Si creen que no va con ellos están profundamente equivocados”, aseveró. “Primero son las 800.000 familias del personal laboral, pero luego seguirán en el objetivo de reducir al mínimo los servicios públicos”, añadió.

Por su parte, el secretario general de USO, Julio Salazar, afirmó que la convocatoria de huelga es consecuencia del “proceso de escarnio” que está sufriendo la población.

En este sentido, aseguró que la convocatoria de la huelga no es un “plato de buen gusto” para las organizaciones sindicales ya que es una “muestra de un fracaso”, pero añadió que los culpables no hay que buscarlos “en los convocantes –de la huelga-, sino en los ‘provocantes”.

Asimismo, el líder de CGT, Jacinto Ceacero, subrayó que la huelga general es la “confluencia de todas las luchas y conflictos” y afirmó que es “la respuesta de la clase trabajadora”.

Por último, el responsable de la Confederación Intersindical, Juan Antonio Clemente, defendió que “hay más que motivos” para convocar la huelga ya que “hay que dar un giro radical a las políticas erráticas del Gobierno”.