El objetivo del proyecto es crear una herramienta que permita adquirir y procesar la información visual sin supervisión del usuario. Según los investigadores, la aplicación práctica del proyecto, dirigido por el doctor Antonio J. Bandera Rubio, se podría extender, por ejemplo, a una silla de ruedas motorizada.

Los pilares sobre los que se asienta la actividad de estos investigadores se desarrolla en el seno del grupo de Ingeniería de Sistemas Integrados (ISIS) del Departamento de Tecnología Electrónica, que ya en 1994 empezó a trabajar en sistemas de visión con el hombre como referencia.

Estos primeros trabajos imitaban la capacidad de la retina del ser humano, que tiene más resolución en el centro que en la periferia, lo que le permite cubrir un campo de visión amplio con un conjunto de datos más reducido.

Tras implementar esta mejora y trabajar sobre estructuras de procesamiento jerárquico de la información visual, el trabajo se centra ahora en el desarrollo de mecanismos de atención que permitan detectar objetos importantes en la escena, en función de las tareas que se pretendan llevar a cabo o en la resolución de tareas visuales específicas.

"La aplicación final del sistema será en el campo de la robótica de servicios o social", explicó Bandera Rubio. Un tipo de robot que la Federación Internacional de Robótica (IFR) define como aquel que opera de forma parcial o totalmente autónoma para realizar servicios útiles destinados al bienestar de las personas y del equipamiento. En este apartado se sitúan, por ejemplo, los robots que se utilizan en cirugía poco invasiva.

El proyecto persigue que este sistema de visión permita al robot de servicios o social seguir e interpretar el movimiento de una persona ubicada frente al robot y que pretenda interactuar con éste, así como permitir al robot localizarse de forma autónoma y construir simultáneamente mapas del entorno basados en marcas visuales.

Desde estas premisas, el grupo trabaja actualmente en dos proyectos financiados por el Ministerio de Innovación y Ciencia y la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, con un presupuesto de 206.000 euros que, como continuación de proyectos anteriores, "se centran más en los aspectos relacionados con la robótica", explicó Bandera Rubio.

Por ello, el objetivo es incorporar al robot un sistema de visión que le permita detectar y evitar obstáculos mientras se mueve, detectar e interpretar gestos de personas que quieren interactuar con la plataforma, localizar y crear un mapa del entorno, reconocer caras, etc. "Pretendemos montar un sistema que sea capaz de dar muchas alarmas, aportándole al robot una mayor autonomía", precisó el investigador.

A corto plazo, el resultado que quieren obtener con este proyecto es el de aplicar el sistema de visión a plataformas móviles, como puede ser una silla de ruedas motorizada o la maquinaria móvil que opera típicamente guiada por un usuario, por ejemplo, para mover cargas en un almacén. Este sistema permitirá evitar choques de forma autónoma e incluso avisar al usuario que guía la plataforma móvil de que algo o alguien está requiriendo su atención, "procurando así que el sistema pueda reconocer quién es o qué desea".

Aunque aún no disponen de una fecha concreta de finalización, Bandera Rubio explicó que si todo el desarrollo del proyecto funciona como está previsto, a largo plazo su aplicación se haría en un robot independiente.