Esta población no es tan solo una encrucijada por el hecho de que aquí se une la “ruta Lithium”, con la que se pretende vertebrar el noroeste de la provincia de Badghis, y el camino natural que va desde la capital, Qala-i-Naw, hasta la frontera con Turkmenistán. El valle en el que se encuentra Sang Atesh es además el umbral que separa la zona con una mayoría de población de etnia tayika del área de influencia pastún.

El jefe de las fuerzas españolas aprovechó el viaje hasta el lugar para reunir a los notables de los poblados de la zona con el Gobernador del distrito, Muhammad Shad Manzacey. “He venido a escucharles y a decirles que estamos a su disposición para cooperar en aquellos proyectos que puedan mejorar la vida de sus pueblos”, dijo Cebrián a modo de introducción.

PASTUNES Y TAYIKOS

El encuentro -una “shura” al estilo musulmán- se celebró en un colegio levantado por los españoles y a él acudieron notables tayikos de zonas como Khalanzai, Zirntagui o Jafari, pero también pastunes de zonas “proinsurgentes” como Omarzai o Ludina Pain.

Por eso el coronel, tras señalar que en “algunos de sus pueblos nos está costando entrar”, instó a los notables “a ver que el Gobierno de Afganistán es su amigo”. “Se preocupa por vosotros y su ejército os protege, son en ellos en quien deben confiar y no en otros, sus hijos van a vivir mejor que ustedes gracias al Gobierno de Afganistán”, subrayó.

Uno de los notables tayikos tomó la palabra para, después de agradecer que los españoles hayan “mejorado la vida” de los habitantes del valle, pedir al jefe del contingente que abastezca de armas al ejército afgano.

Cebrián quiso escuchar la opinión de uno de los líderes Omarzai, pero este se limitó a decir que estaba de acuerdo con el notable que había hablado antes que él.

Uno de los militares afganos presentes en la “shura” tomó entonces la palabra para instar a los notables de las zonas pastunes a que hablen con sus hijos “que tienen armas”. “Decidles que no luchen contra nosotros, todos somos hijos de Afganistán, os daré mi apoyo hasta la última gota de mi sangre para que podáis tener una vida mejor”, dijo en tono solemne.

CRUZAR EL RIO

Tras la reunión tuvo lugar el acto de inauguración de la pasarela, de unos cuarenta metros de largo y que salva una caída de cerca de diez metros sobre el río Ab-e Garmak, ha costado 36.500 euros. Hasta ahora, los habitantes de Sang Atesh tenían que salvar el fuerte desnivel, vadear el río y volver a subir para visitar a sus vecinos.

Posteriormente, las autoridades inauguraron el alumbrado público de la población, una serie de farolas alimentada por placas solares y que también ha sido pagada por dinero español con un coste de 21.730 euros.

Estos servicios instalados en una de las zonas más pobres del planeta se suman al proyecto español estrella en la provincia de Badghis, la construcción de la ruta Lithium, una vía con la que se pretende vertebrar la región por el noroeste. La ruta, que los afganos llaman “de la luz”, nace en la capital de la provincia, Qala-i-Naw, y llegará en un futuro hasta la localidad de Bala Murghab. Su tramo hasta Sang Atesh fue finalizado hace alrededor de un año y sus efectos se notan ya en la población, por la que transitan ya los camiones con lo que ello conlleva de activación económica a través del comercio. De hecho dos casas de huéspedes han abierto ya sus puertas en la población.

El capitán Jesús García del Castillo, jefe de la base avanzada que las fuerzas españolas tienen en Ludina, a escasos kilómetros de Sang Atesh, aprovechó la vuelta a la posición para relatar la anécdota que le había sucedido con un notables de una aldea de los alrededores. “En España estáis muy mal, ¿No?”, le había preguntado el afgano, antes de señalarle que lo había “visto en la televisión”.