“El equipo que hemos incorporado en Flisa analiza la cantidad media de monómeros de celulosa que hay en las fibras que forman los hilos de algodón, lo cual nos permite conocer la calidad de la prenda, ya que conociendo el grado de polimerización se determina el estado químico del textil”, explicó Enrique Martínez, jefe de Ingeniería de Producto de Flisa.

La celulosa es el principal componente del algodón, un compuesto orgánico formado por una cadena química (polímeros) de otros compuestos en forma de anillos (monómeros) que van unidos entre sí. “Con los tratamientos de lavado”, añade Martínez, “se van perdiendo esas cadenas de la molécula del algodón y, por tanto, se disminuye el grado de polimerización”.

Flisa realiza el análisis de cada una de las prendas al menos cinco veces, con el objetivo de conocer la media real de la calidad de las mismas y conseguir que el margen de error sea el mínimo posible. Este análisis se realiza tanto en el momento de la adquisición como a lo largo de su vida útil. De esta forma, Flisa garantiza que el cliente siempre cuenta con prendas de la calidad deseada.