Lo cuenta el periodista en una entrevista que publica ‘Jot Down’, y en la que asegura que sus planes inmediatos pasan ahora por la pequeña pantalla, aunque le gustaría volver pronto a las ondas: “La radio es la novia que un día perdí y que no sabía que la quería tanto hasta que volví a encontrármela. Ahora ya lo sé. Lo que pasa es que ahora mismo el futuro va más por la tele, por proyectos que todavía no puedo desvelar”.

Sobre la decisión del nuevo equipo de RTVE de no contar con él a partir de esta temporada, Lucas dice que ignora la razón, aunque ha intentado averiguarlo: “Lo desconozco absolutamente. Lo he preguntado, pero no he recibido una respuesta más allá de una generalidad, como que se pretendía modificar los criterios y lo que yo estaba haciendo no entraba en esa nueva idea de radio pública. Bueno, ellos sabrán”.

Según Lucas, los índices de audiencia de ‘En días como hoy’ evolucionaron “muy bien desde el principio” desde que comenzó el espacio en 2007. “En términos absolutos, en los cinco años pasamos de 600.000 a 1.400.000 oyentes; y en términos anuales íbamos a un incremento del 25% cada año. Era un producto que desde ese punto de vista estaba funcionando”.

El periodista afirma que creía que era posible una radiotelevisión pública estatal sin purgas ni 'gulags'. “Yo creía que sí, pero tengo tendencia a ser ingenuo. Pensaba que se iba a mantener el modelo porque estaba funcionando”.

“Era una radio pública de servicio, que no se casaba con nadie y que ofrecía algo que los ciudadanos estaban comenzando a captar como tal, que era un discurso público en el sentido de que se manifestaban todo tipo de opiniones y todo el mundo podía participar. Además, aunque seguramente no me corresponde decirlo a mí, creo que había calidad”.

SIN ARREPENTIMIENTO

Sobre la televisión, a Lucas no le importaría conducir un programa de debates. “¿Por qué?, indica. “Llevo ya el suficiente tiempo como para que el que me propusiera una cosa así supiera hasta dónde voy a llegar. Si me dejan hacer sí, claro. Con esto no estoy pidiendo trabajo, ¿eh?”

El expresentador de informativos y programas como ‘Esto es vida’, ‘Siete días, siete noches’ o ‘En noches como ésta’, no se arrepiente de haber conducido un espacio como ‘Confianza ciega’: “No me arrepiento de nada de lo que he hecho en mi oficio, ni siquiera de las cosas más infames”.

Sobre los ‘realities’, sostiene que para ser catalogados o no de telebasura “depende de lo que cuenten y del producto que te vendan. ‘Operación triunfo’ es un reality y no es un ejemplo de televisión educativa, pero no es una televisión agresiva. Y ha sacado gente con talento. Hay programas en los que se potencian ciertos talentos. Por el tamiz de la televisión, cierto, pero es que todo lo que pasa por la televisión tiene un punto de contaminación porque tiene un punto de espectáculo. Pero salvando eso creo que hay productos televisivos de formato reality que son plausibles y que hasta pueden ser enriquecedores”.