Según informaron fuentes asistentes al encuentro, el jefe del Ejecutivo afirmó en su discurso ante don Juan Carlos y doña Sofía y los miembros del Patronato que el Instituto Cervantes es desde hace más de dos décadas un "embajador en el mundo de una España que sabe sumar, incorporar y dar proyección internacional al amplio y plural patrimonio cultural de nuestra nación", una nación "de vocación abierta, inclusiva, constructiva e integradora".

Según Rajoy, las actuales circunstancias económicas requieren un uso más eficiente de los recursos, pero también son un incentivo para abordar "nuevas alianzas y modelos de presencia cultural y lingüística que favorezcan la expansión de la lengua española y de la cultura en español".

En referencia a los países iberoamericanos, afirmó que "el español es de todos", un "bien compartido", y por ello la promoción de la lengua española y de la cultura en español es una labor de todos, que requiere la elaboración de una programación conjunta que permita proyectar una imagen común de lo español, de lo "hispano", empezando por los Estados Unidos, cuya comunidad latina es "cada vez más influyente y decisiva en la percepción de lo hispano en el resto del mundo".

Tras referirse a la lengua española y a la cultura en español como "valor social, político y tecnológico", e incluso como "recurso financiero", el presidente indicó que en cada uno de los países en los que desarrolla su actividad, el Instituto Cervantes debe servir como plataforma para la promoción de las "industrias culturales", que "constituyen un elemento fundamental en el crecimiento de la economía española y un factor multiplicador de la internacionalización de nuestras empresas".

Igualmente, dijo que dado que el Instituto Cervantes es lo primero que conocen de España decenas de miles de ciudadanos de Europa, Asia, América y África, esta institución es un elemento esencial de la política exterior española, "especialmente en momentos como los actuales, en los que la percepción de España no se corresponde, en ocasiones, con la realidad".

Por ello, consideró que "el Instituto Cervantes es fundamental en la construcción de la imagen de nuestro país", un país "plural, multifacético, tecnológicamente avanzado, líder en turismo, gastronomía y en éxitos deportivos, con una imagen identificable a través de su potencial económico y de la solidez de sus instituciones".

Por esta razón, instó a redoblar los esfuerzos y trabajar para una efectiva coordinación "entre los instrumentos culturales, económicos, científicos y políticos que proyecten nuestra realidad en el exterior como el país moderno y avanzado que somos".