Ampliación

La Audiencia Nacional procesa a Pamies y Ballesteros como responsables del chivatazo del “Faisán”

- El juez deja fuera del procesamiento al exdirector general de la Policía García Hildago

MADRID
SERVIMEDIA

El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha decretado el procesamiento del antiguo jefe superior de Policía del País Vasco Enrique Pamies y del inspector José María Ballesteros como presuntos responsables de la delación que, el 4 de mayo de 2006, alertó a ETA en el bar “Faisán” de Irún (Guipúzcoa) de la operación que se iba a llevar a cabo contra su aparato de extorsión.

El magistrado, en cambio, ha dejado fuera del procesamiento al tercer imputado, el exdirector general de la Policía Nacional Víctor García Hidalgo. “No ha lugar a decretar el procesamiento de García Hidalgo”, señala el auto dictado hoy.

Ruz ha procesado a Pamies y Ballesteros por delitos de revelación de secretos y colaboración con organización terrorista, aunque deja en manos de la Sala de lo Penal la calificación definitiva de los hechos.

El juez, al igual que hiciera en el primer procesamiento, decretado en julio de 2011 y que fue revocado por la Sala de lo Penal, sostiene que el inspector Ballesteros fue la persona que entregó a las 11.23 horas del 4 de mayo de 2006 a Joseba Elosua, dueño del bar Faisán de Irún (Guipúzcoa) y presunto enlace del aparato de extorsión de ETA, un móvil. El magistrado afirma también que a través de ese móvil, Pamies alertó a Elosua de la operación que se iba a llevar a cabo contra el aparato de extorsión de ETA.

La principal diferencia entre el primer procesamiento y el decretado hoy es que el juez Ruz, en esta ocasión, no sostiene que esta delación contase con la colaboración y connivencia del que fuera director general de la Policía Nacional.

“FRUSTRAR” LA OPERACIÓN

El juez Ruz asegura en su auto que la intención de Ballesteros era “frustrar” el operativo policial que se estaba desarrollando contra el aparato de extorsión de ETA. El magistrado explica que Pamies, como jefe superior de la Policía en el País Vasco, tuvo conocimiento de la operación que se iba a llevar a cabo contra el aparato de extorsión de ETA en la tarde el 3 de mayo, el día anterior a que tuviese lugar el chivatazo.

La operación se había puesto en marcha ante la previsión de que el miembro de la red de extorsión de ETA José Antonio Cau Aldanur fuese a cruzar el 4 de mayo la frontera para reunirse con Elosua para “recibir de éste una remesa de dinero procedente de presuntas extorsiones”.

Tras mantener varias conversaciones telefónicas con responsables policiales, Pamies contactó a las 00.04 horas de la madrugada del 4 de mayo con el inspector Ballesteros, que en aquel momento era el encargado del Grupo de terrorismo islámico de la Brigada de Información de Vitoria.

En la llamada, que duró dos minutos y 36 segundos, Pamies ordenó al inspector que al día siguiente se desplazase a Irún “al objeto, presuntamente, de permitir el contacto con Joseba Elosúa y poder trasladarle la información sobre el operativo policial en marcha, con la intención de frustrar el mismo”.

CONTACTO CON ELOSUA

Ballesteros llegó a Irún sobre las 10.30 horas del 4 de mayo y se dirigió al domicilio de Elosua. El auto afirma que, al no poder contactar con el dueño del bar Faisán en su casa, el inspector de la Policía realizó a las 11.04 horas una llamada al móvil de Pamies.

El juez Ruz destaca que el inspector contactó otras dos veces con Pamies, a las 11.08 y a las 11.13 horas, cuando ya se encontraba en las proximidades del bar Faisán. Estas llamadas pasaron por el repetidor que da cobertura a la zona del establecimiento.

Ballesteros accedió al bar Faisán sobre las 11.17 horas, entrando por la puerta trasera, según se desprende de las grabaciones de video realizadas por el equipo que estaba investigando los contactos del aparato de extorsión.

El imputado, una vez en el interior del bar, preguntó por Joseba Elosua. El juez de la Audiencia Nacional señala que Ballesteros le pasó entonces al dueño del establecimiento un teléfono móvil y le pidió “que escuchara, que le iban a hablar, a dar un recado”.

CHIVATAZO A ETA

El auto asegura que, a las 11.23 horas, se registró una llamada desde el móvil de Ballesteros al de Pamies, una conversación que duró ocho minutos y 11 segundos.

“En el transcurso de la citada conversación telefónica, Elosua recibe por parte de Pamies diversa información relacionada con la investigación policial y judicial que estaba siendo llevada a cabo sobre presuntos miembros de la red de extorsión de ETA, y en concreto sobre el inminente operativo que debía conducir a la detención de José Antonio Cau Aldanur tras encontrarse con él en España”, indica la resolución.

Ruz señala que, de esta forma, Pamies reveló “determinados detalles de la instrucción judicial que se encontraba bajo secreto sumarial”. El que fuera jefe superior de Policía del País Vasco también le dijo al presunto enlace del aparato de extorsión de ETA que su teléfono estaba “pinchado” y que no debía desvelar el contenido de la conversación que estaban manteniendo.

Tras finalizar la conversación, sobre las 11.31 horas, Elosua le devolvió el teléfono a Ballesteros y le dijo que le invita al café que estaba consumiendo, pero este ya había sido abonado por el inspector. El imputado salió del local por la puerta delantera sobre las 11.33 horas y recibió otras dos llamadas de Pamies en los siguientes minutos.

Elosua, tras intentar sin éxito contactar por teléfono en varias ocasiones con Cau Aldanur para advertirle de que no cruzara la frontera, pasó a Francia a bordo de un coche conducido por su yerno Carmelo Luquín. El dueño del bar Faisán consiguió finalmente reunirse con Cau Aldanur en un bar de Bayona, donde le transmitió el contenido de su conversación con Pamies y le advirtió de que podía ser detenido se cruzaba a España.

APUNTALA LA INVESTIGACIÓN

El juez Ruz ha finalizado de esta forma la investigación adicional que ha realizado durante un año, desde que en septiembre de 2011 la Sala de lo Penal decidiese por unanimidad recovar su primer procesamiento.

Desde esa fecha, el juez Ruz ha practicado numerosas diligencias de investigación, entre las que destaca el requerimiento el pasado mes de marzo a la Unidad Central Especial de la Jefatura del Servicio de Información de la Guardia Civil para que analizase varios de los aspectos más controvertidos de la investigación.

Ruz asegura en el auto dictado hoy que las últimas diligencias practicadas han corroborado “la verosimilitud de la imputación de Pamies y Ballesteros”. Afirma en cambio que, con las nuevas investigaciones, no se desprende “indicio alguno concreto y específico” que pueda demostrar la participación de García Hidalgo en el chivatazo.

El juez ha citado a estos dos imputados para el próximo 17 de octubre a las 9.30 horas para comunicarles el procesamiento.

(SERVIMEDIA)
11 Oct 2012
DCD