“En realidad, la UE tiene problemas para hacer frente a todos sus programas a causa de las restricciones presupuestarias”, indicó el secretario general de la Internacional de la Educación, Fred van Leeuwen, aunque “confiamos en que el programa Erasmus sea considerado prioritario y se asegure su continuidad”.

También aludió a la insuficiencia del presupuesto comunitario la responsable de ESU, Karina Ufert, quien criticó a las autoridades europeas por votar a favor de esta escasa financiación.

“Los estudiantes que se van de Erasmus en el segundo semestre de 2012 podrían dejar de recibir las ayudas de sus gobiernos nacionales”, recalcó, y por eso exigió “una solución urgente a la Comisión Europea”. En un comunicado, propuso emplear las partidas no ejecutadas del presupuesto para suplir los recortes en el Fondo Social Europeo.

IMPREVISIÓN

El secretario general de JSE, Nino Torre, exigió también a Bruselas que “actúe de inmediato para terminar con las dudas sobre la viabilidad del programa”, y anunció que su formación hará todo “lo que esté en su mano para que continúe como hasta ahora”.

A su juicio, “es una imprevisión absoluta que la Comisión Europea llegue a tener que anunciar que no hay fondos y a apuntar el 23 de octubre como fecha para presentar un presupuesto corregido”. “Si se veía que el presupuesto era insuficiente, su corrección debió estar lista antes de que se terminaran los fondos”, afirmó.

“Como todas las becas”, prosiguió Torre, “el Erasmus es un motor de la igualdad de oportunidades, de la redistribución de la riqueza y de la solidaridad intergeneracional y europea, por lo que su recorte o las dudas sobre su viabilidad son un ataque al proyecto europeo y a los valores que lo rodean”.

PETICIÓN AL MINISTERIO

Por su parte, Canae pidió al Gobierno español que asegure “los pagos de las becas de estudiantes que ya se encuentran en sus universidades europeas de destino”, y reclamó “un compromiso a largo plazo” de cara a la revisión de todos los programas educativos europeos a partir de 2013.

Además, exigió “una aclaración” al Ministerio de Educación sobre el estado actual de estas ayudas, y lamentó que con los recortes por parte del Estado y las comunidades autónomas, muchas familias españolas no podrán asumir la reducción en las becas. “No puede ser que la movilidad se quede para quien pueda pagársela”, concluyó.