Las centrales nucleares europeas necesitan mejoras, pese al alto grado de seguridad
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Las normas de seguridad de las centrales nucleares son, en general, altas en Europa, pero se recomienda la introducción de mejoras en las características de seguridad de casi todas. Esta es la conclusión a la que han llegado los técnicos europeos después de las pruebas a las que han sometido a todas las centrales tras el accidente de Fukushima en Japón, en marzo de 2011.
Tras este accidente, el Consejo Europeo pidió evaluaciones de la seguridad y riesgos completas y transparentes de todas las centrales nucleares de la UE, cuyas conclusiones han presentado este jueves tras meses de estudio.
Las autoridades han llegado a la conclusión de que “no está justificado el cierre de centrales nucleares”, como idea principal de los resultados de las pruebas de resistencia.
Estas pruebas, según informó hoy la Comisión, han indicado que ni todas las normas de seguridad promovidas por la Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ni todas las mejores prácticas internacionales se aplican en todos los Estados miembros. Por lo que la Comisión seguirá de cerca la aplicación de las recomendaciones y, al mismo tiempo, propondrá medidas legislativas para reforzar la seguridad nuclear en Europa.
El comisario Günther Oettinger declaró que “las pruebas de resistencia han puesto de manifiesto lo que está bien y lo que tenemos que mejorar. Las pruebas fueron serias y un éxito. En general, el balance es satisfactorio, pero no tenemos motivos para congratularnos en exceso. Todas las autoridades interesadas deben esforzarse por garantizar que las normas de seguridad más rigurosas se apliquen en cada una de las centrales nucleares situadas en Europa, por la seguridad de nuestros ciudadanos”, apostilló.
Además de recomendar numerosas mejoras técnicas concretas de las centrales, las pruebas de resistencia han demostrado que las normas y prácticas internacionales no se aplican en todas partes.
Tras el accidente y estos estudios, han extraído varias lecciones como que ante riesgo de terremoto e inundaciones, cada central nuclear debería contar con instrumentos sísmicos in situ para medir posibles terremotos y alertar de ellos. Estos instrumentos deberían instalarse o mejorarse en 121 reactores, afirma la Comisión.
También consideran que debe haber sistemas de ventilación filtrada del recinto de contención que faciliten la despresurización segura del recinto de contención del reactor en caso de accidente. Sobre este asunto, señalan que 32 reactores todavía no están equipados con esos sistemas.
Así como contar como que los equipos para luchar contra los accidentes graves deben guardarse en lugares protegidos aun en caso de destrucción general, de donde puedan extraerse con rapidez, lo cual no ocurre así en 81 reactores de la UE.
Entre las lección también está la de la existencia de una sala de control de emergencia de reserva en caso de que la sala de control principal resulte impracticable debido a un accidente. Estas salas todavía no existen en 24 reactores.
Después de estos exámenes, los reguladores nacionales elaborarán planes de acción nacionales con calendarios de aplicación, los cuales estarán listos para finales de 2012. Los planes de acción se someterán a revisiones paritarias a principios de 2013, a fin de comprobar que las recomendaciones de las pruebas de resistencia se aplican de forma coherente y con transparencia en toda Europa.
La Comisión tiene previsto presentar un informe sobre la aplicación de las recomendaciones de las prueba de resistencia en junio de 2014, en plena cooperación con los reguladores nacionales.
Además de las conclusiones y las recomendaciones técnicas específicas, la Comisión ha examinado el marco jurídico europeo vigente en materia de seguridad nuclear y presentará una revisión de la actual Directiva de seguridad nuclear a principios de 2013.
Las modificaciones propuestas se centrarán en los requisitos de seguridad, el papel y las atribuciones de las autoridades reguladoras nucleares, la transparencia y el seguimiento.
Seguirán nuevas propuestas sobre los seguros y la responsabilidad nucleares, así como sobre los niveles máximos permitidos de contaminación radiactiva de alimentos y piensos. El procedimiento de las pruebas de resistencia también ha puesto de manifiesto la necesidad de seguir trabajando sobre la protección nuclear (prevención de actos hostiles), tema que incumbe principalmente a los Estados miembros.
(SERVIMEDIA)
04 Oct 2012
MML/gja