Rajoy llegó al Palacio de Congresos de Barcelona poco antes de las cuatro y media acompañado de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y de la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez Camacho.

Al entrar en el plenario donde se celebran los discursos de la inauguración, esperaban a Rajoy la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el alcalde de la capital de España, Alberto Ruiz-Gallardón. Los dos se habían saludado previamente entre bromas conscientes de que la imagen estaba siendo ampliamente recogida por multitud de cámaras de televisión y fótografos.

Cuando apareció Rajoy, el líder de los populares saludó a la presidenta madrileña y al alcalde, aunque luego dejó a ambos muy separados. Aguirre se sentó en un lado de la primera fila junto a la vicesecretaria general de Organización, Ana Mato, y el presidente de La Rioja, Pedro Sanz.

Por su parte, Gallardón quedaba en el otro extremo pegado junto a la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, y muy cerca del vicesecretario general de Comunicación del PP, Esteban González Pons. El alcalde y la presidenta de Madrid quedaban así separados por más de diez metros de dirigentes del PP.