Lo recoge una investigación de la revista estadounidense ‘Pediatrics’, recogida por 'Los Angeles Times', en la que los expertos advierten de las consecuencias negativas que tiene para la función cognitiva y las habilidades sociales dejar encendido el televisor con un niño que esté cerca, aunque no lo esté mirando.

Por ello, el estudio alerta del riesgo que supone que los niños tengan televisión en su habitación o que la televisión se quede encendida en un cuarto cuando nadie está viéndola.

El perjuicio de la televisión 'de fondo' se acentúa cuando el niño es más pequeño, entre ocho meses y dos años, ya que es una edad en la que se pasan buena parte de la jornada jugando en la alfombra del salón o de su cuarto, mientras sus padres o cuidadores ven programación para adultos.

El estudio ha constatado que la exposición de los niños a la televisión 'de fondo' aumenta en hogares monoparentales y disminuye cuando la formación de los padres es más alta.