De esta forma, se conocerá cuánto capital adicional necesita la banca española para solventar sus problemas. Para ello, se utilizará un escenario macroeconómico del que sólo hay un 1% de probabilidad de que se produzca.

Los datos se conocerán entidad por entidad y el grado de detalle deberá ser muy exhaustivo para aportar transparencia a los mercados. Una vez conocidas las necesidades finales de las entidades se procederá a situarlas en los diferentes grupos que estableció el Memorándum de Entendimiento (MOU), en función de la ayuda que precisen.

Sea cual sea la necesidad de financiación, antes del 30 de junio de 2013 todas las entidades deben haber presentado planes viables, ya que de lo contrario serán recapitalizadas.

Las cifras que se conozcan hoy serán máximas, es decir, podrán verse reducidas porque las entidades hayan acometido diversas actuaciones, como venta de carteras o de negocios concretos.

En cualquier caso, ninguna entidad recibirá una cuantía superior que la que aparezca en los escenarios que describa la auditoría de Oliver Wyman.

En el caso de las entidades nacionalizadas, la inyección de capital llegará en el mes de noviembre y por tanto no está previsto que se produzca ningún retraso.

Otra de las cuestiones destacadas cuando se conozca el informe de Oliver Wyman es que sus valoraciones servirán de base para establecer las valoraciones de los activos (suelo, vivienda…) que se transfieran a las Sociedades de Gestión de Activos (banco malo).