La Junta de Andalucía firma un convenio con la ONCE para evitar la exclusión social
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La consejera de Educación de la Junta de Andalucía, Mar Moreno, y el delegado territorial de la ONCE en Andalucía, Ceuta y Melilla, Patricio Cárceles, firmaron este miércoles un convenio de colaboración que promueve la cualificación profesional de las personas ciegas y prevenir así la exclusión social.
Gracias a este convenio, el Centro de Recursos Educativos (CRE) de la ONCE en Sevilla pondrá en marcha este curso escolar un Programa de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) para paliar el fracaso escolar y el riesgo de exclusión social entre el alumnado con ceguera y deficiencia visual grave de Andalucía que han agotado sus posibilidades de permanencia en la ESO.
Este curso escolar 2012/13 se realizará a través de un curso de auxiliar de comercio y almacén dirigido a los alumnos ciegos y deficientes visuales de entre 16 y 22 años que hayan agotado los procedimientos usuales de refuerzo educativo, adaptación curricular y aumento de la permanencia en la Educación Secundaria y que se encuentra en una clara situación de exclusión social y del sistema escolar.
El campo profesional seleccionado dentro de los Programas de Cualificación Profesional Inicial han estado siempre relacionados con el mundo comercial por considerarse más vinculado con la oferta de trabajo que va a tener a su alcance los participantes en este tipo de programas.
La ONCE pondrá a disposición de los alumnos los equipamientos y recursos necesarios para que puedan superar las dificultades que ha encontrado en su progreso educativo, conseguir niveles de autonomía personales y sociales suficientes para conseguir su integración y, a la vez, para que puedan alcanzar también los objetivos previstos para la enseñanza obligatoria, accediendo así a los ciclos formativos de grado medio.
Andalucía se convierte así en la única comunidad autónoma donde se imparte un Programa de Cualificación Profesional Inicial específico para el alumnado con discapacidad visual desarrollado en un Centro de Recursos de la ONCE, por lo que la participación está abierta a alumnos y alumnas de todo el Estado.
La consejera de Educación, Mar Moreno, elogió la colaboración entre la Junta de Andalucía y la ONCE que sitúan a la comunidad autónoma “a la vanguardia de las políticas de equidad y la lucha contra la exclusión social. Estamos combinando calidad, equidad y resultados”, afirmó. Así, 15.000 alumnos, 600 profesores y 500 centros participan en Andalucía en los programas de cualificación profesional inicial, según sus datos.
Si bien, Mar Moreno advirtió de que la actual reforma educativa pondría en riesgo de exclusión social a 3.500 alumnos en Andalucía que no podrían concluir su ciclo de Educación Obligatoria. El 55% de los alumnos que han participado en los PCPI puestos en marcha por la ONCE en Andalucía han completado su formación obligatoria con éxito.
EDUCACIÓN COMO MOTOR FUNDAMENTAL
Por su parte, el delegado territorial de la ONCE en Andalucía, Ceuta y Melilla, Patricio Cárceles, destacó que el convenio pone en valor la educación “como motor fundamental de desarrollo de una sociedad que confía en la capacidad de las personas en condiciones de igualdad en un momento especialmente delicado en el que la crisis, o la excusa de la crisis, está sirviendo para poner en cuestión el Estado del bienestar que hemos ido construyendo entre todos”.
Con un 60% de paro en el colectivo de personas con discapacidad, Cárceles hizo un llamamiento al diálogo social entre poderes públicos, empresarios y agentes sociales a quienes pidió “más ambición, voluntad y compromiso” para reforzar el vínculo entre la formación profesional ocupacional y la contratación laboral de las personas con discapacidad y para superar las barreras que aún entorpecen el apoyo al talento y su capacidad.
La ONCE cuenta con cinco Centros de Recursos Educativos en Alicante, Barcelona, Madrid, Pontevedra y Sevilla desde donde se da atención especializada a los más de 7.500 alumnas y alumnos ciegos o con discapacidad visual grave en toda España. Para cada alumno y alumna se elabora un plan individualizado de atención, según sus necesidades, y se le asigna un maestro o maestra itinerante encargado, entre otras funciones, de asesorar al centro y al profesorado de su aula, asesorar y orientar a las familias y realizar un trabajo directo con el alumno.
Este trabajo directo abarca todos aquellos aspectos que puedan favorecer y potenciar la plena inclusión educativa de la persona: estimulación visual; autonomía personal, orientación y movilidad; enseñanza de un sistema de lectoescritura (braille o tinta); aprendizaje del uso de la tiflotecnología (tecnología adaptada); orientación académica y profesional; ocio y tiempo libre; currículo escolar; adaptación de recursos educativos, y tecnologías de la información y la comunicación.
(SERVIMEDIA)
26 Sep 2012
MAN/gja