Así, el Ministerio destaca que los afectados por un ERE de despido han pasado de suponer el 21% del total entre enero y julio del año pasado al 15,9% en 2012, mientras que los de suspensión ahora suponen el 63,9% (56,7% hace un año). Por su parte, los de reducción de jornada ahora son el 20,2% y en 2011 eran el 22,3%.

Así, a pesar de que los afectados por un ERE de despido también se han incrementado en este ejercicio en comparación con el año pasado (un 18% más), Empleo apunta que los de suspensión y los de reducción lo han hecho en mayor medida (un 75% y un 40,5% más, respectivamente).

En conjunto, los trabajadores afectados por un ERE han aumentado un 55,3% en los siete primeros meses del año, lo que para Empleo es “algo coherente con la situación recesiva en la que se encuentra la economía española”.