Así lo anunció este martes en el Senado la secretaria de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, Montserrat Gomendio, quien advirtió que “en cualquier caso esto es solo una primera vuelta”, pues el texto deberá iniciar “una nueva ronda de consultas antes de que el Ejecutivo lo apruebe como Proyecto de Ley y pueda presentarse al Congreso.

Según Gomendio, el primer informe elaborado antes del verano se ha sometido a una “amplia ronda de consultas con sindicatos, asociaciones de padres, profesores, etc". “Hemos recibido a muchos docentes”, aseguró, y además “a la web del Ministerio nos han llegado más de 4.000 propuestas”, algunas de las cuales se han incorporado al borrador.

Una vez aprobado como anteproyecto de ley, el texto será presentado al Consejo Escolar del Estado, al Consejo de Estado, a las comunidades autónomas en la Conferencia Sectorial del ramo y de nuevo a la comunidad educativa, “lo que indica que aún no hay nada cerrado”, subrayó Gomendio.

REFUERZO EN LA FP

Entre las propuestas incorporadas al texto, destaca la implantación de una prueba de evaluación externa en 3º de Primaria y el refuerzo de la Formación Profesional de Grado Medio con “más asignaturas aplicadas y de mayor formación”.

Su objetivo es “dar respuesta al mercado laboral”, pues según Gomendio “las empresas demandan una formación mucho más práctica”, y favorecer “el tránsito a la FP de grado Superior”.

“La FP de grado medio actualmente es finalista para la inmensa mayoría de alumnos, y casi todos los que ingresan a la Superior proceden de Bachillerato”, señaló.

Por ello, se reforzarán estos estudios con “asignaturas de contenido más académico, aunque de carácter aplicado, que se deberán cursar en horario extraescolar”.

No serán obligatorias para titular, pero sí se deberán aprobar de cara a acceder a la siguiente etapa. Otro de los cambios previstos en el anteproyecto de Ley se refiere a los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI), que pasarán a denominarse “ciclos de Formación Profesional Básica” y comprenderán dos cursos obligatorios (hasta ahora, el último era optativo).

Además se podrá ingresar en ellos a una edad más temprana y se “equilibrará la carga entre materias prácticas (hasta ahora mayoritarias en el primer año) y más teóricas (que se concentraban en el segundo curso)”.

Según Gomendio, estas medidas pretenden reforzar la capacitación asociada a dichos títulos y “favorecer el acceso de estos estudiantes a la FP de Grado Medio".

También los programas de diversificación curricular se adelantarán a 2º y 3º de la ESO, a fin de que “en 4º los estudiantes puedan decidir si prefieren optar por la vía del Bachillerato o de la Formación Profesional”.

Asimismo, la reforma recoge la ya anunciada conversión de 4º de ESO en “un curso de iniciación con dos itinerarios (uno con asignaturas de carácter más académico dirigido hacia el Bachillerato y otro con materias más prácticas para quienes deseen estudiar Formación Profesional), y la introducción de asignaturas optativas en 3º de la ESO “más teóricas o aplicadas”, a fin de ir tanteando dicha posibilidad”.

Finalmente, prevé la ampliación de horas dedicadas a “materias instrumentales (lengua, matemáticas, inglés, ciencias naturales y sociales) y una compactación de asignaturas en Bachillerato, que de las 9 vías posibles en la actualidad pasaría a cinco modalidades: Ciencias de la Ingeniería, Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales, Humanidades y Bachillerato Artístico.