En un comunicado, AI calificó el asalto como “un acto intolerable para el que no hay excusa”. Parece ser que este atentado guarda relación con las protestas tras la aparición en Internet de un vídeo donde se ridiculizaba a Mahoma y a otras figuras del Islam, precisó AI citando fuentes del ministerio libio de Interior.

Sin embargo, “por muy ofensivo e insultante que el vídeo pudiera resultar efectivamente para los musulmanes, no hay justificación para la violencia y el asesinato”, destacó AI.

Su director para Oriente Próximo y Norte de África, Hassiba Hadj Sahraoui, apuntó que “aunque la religión y la cultura desempeñan un papel central en la vida de mucha gente, no son una excusa ante lo ocurrido”.

A ello hay que agregar que, según informaciones recogidas por AI, los atacantes persiguieron al personal del consulado cuando intentaba huir para refugiarse en sus casas.

Por todo ello, Amnistía pidió al Gobierno libio que actúe con la máxima diligencia posible para localizar a los autores del atentado y ponerlos a disposición judicial.

Asimismo, recordó a las autoridades del país la importancia de que una vez terminada la guerra, las milicias y demás grupos armados vuelvan a la vida civil.

Existen evidencias de que un año después de la caída de Trípoli, estos grupos aún cometen arrestos ilegales, torturas y violaciones de derechos humanos, afirmó AI, que se felicitó por que el ejecutivo de Libia haya condenado el atentado.

En su opinión, ahora debe iniciarse una investigación independiente y eficaz para aclarar lo ocurrido y administrar justicia, siempre con la garantía de que no se impondrá ninguna pena de muerte.