La ordenanza, que regula también la actividad de mimos o músicos callejeros, entró ayer en vigor pero, de momento, los agentes se dedican a advertir a los posibles afectados de su inminente puesta en marcha, según aseguró a Servimedia el portavoz del Cuerpo, José Manuel Fernández.

Además, Fernández aseguró que lo que se pretende con la normaiva es disuadir al cliente, de modo que "si no hay demanda, tampoco habrá oferta". Una premisa con la que algunas organizaciones como Granada Acoge o la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía o están de acuerdo, ya que no creen que esto resuelva el problema.

Por ello, la normativa, aunque preve penas para clientes y meretrices, sobre todo hará hincapie, según destacó Fernández, en el cliente, dado que "que una prostituta pague una multa de estas características es como un brindis al sol".

Así, explicó que, fundamentalmente, el problema es que esta actividad se ejerce "a cualquier hora, incluso a las tres de la tarde y en zonas residenciales cercanas a colegios", y "no es una imagen muy grata para los niños", aseveró.

Sobre la eficacia que puede tener la ordenanza en torno a la supresión de la prostitución callejera, el portavoz destacó que "es una solución de inmediatez" pero consideró que el Ayuntamiento granadino debe acometer otras reformas legales en esta línea.

En esta línea, resaltó que lo que se recaude, aún no se tiene una estimación, irá destinado a ONG y organizaciones sociales que trabajan ayudando a este colectivo.

Sobre la actividades de mimos y músicos callejeros, Fernández destacó que no se trata de que se prohíba, sino de que tengan un permiso del Ayuntamiento para ejercer su actividad en determinadas zonas.

Caso aparte son los mendigos o 'gorrillas', el de estos últimos, "un problema grave", dijo, al tiempo que señaló que "hay algunos muy agresivos" y esto si puede desencadenar problemas.