Según informó la Policía en nota de prensa, cuando las chicas llegaban a su destino se les comunicaba que la deuda contraída había aumentado notablemente y que para saldarla en los plazos establecidos estaban abocadas a ejercer la prostitución. Además, para doblegar la voluntad de las mujeres, la detenida –de 30 años de edad- decía utilizar la magia negra y en algunas ocasiones llegaba incluso a privarlas de su libertad.

La investigación comenzó a raíz de una información que obtuvieron los agentes y que apuntaba hacia la existencia de una víctima de explotación sexual en Córdoba. Una vez localizada, la mujer narró a los policías su historia: había llegado en patera desde Marruecos hacía unos meses con la promesa de un trabajo digno y había abonado a un matrimonio nigeriano 1.200 euros por ello. Cuando viajó a Roquetas de Mar (Almería) para reunirse con la mujer que le había facilitado la llegada, ésta le comunicó lo que a todas: debía ejercer la prostitución para saldar una deuda que se había incrementado.

La víctima se negó, logró escapar y abandonó la ciudad. Gracias a la información que facilitó a la Policía, los agentes consiguieron identificar, localizar y detener a la presunta autora de los hechos. La mujer está acusada de un delito de inmigración clandestina con fines de explotación sexual.