Fuentes gubernamentales informaron a Servimedia que el Cuerpo Nacional de Policía está trabajando ya en la redacción de una memoria explicativa sobre el informe que llevó a cabo la Unidad Central de Identificación de la Comisaría General de Policía Científica el 10 de noviembre de 2011.

La conclusión del perito que firmó aquel documento fue que los restos encontrados en la finca de José Bretón pertenecían a diversas especies de animales e incluso afirmaba tajantemente que "en esa hoguera no se ha producido la incineración de ningún cuerpo o resto humano".

Sin embargo, dos nuevos informes elaborados en el último mes por el médico forense Francisco Etxebarria y el paleontólogo José María Bermúdez de Castro han concluido con rotundidad que los restos hallados en una hoguera de Las Quemadillas se corresponden con los huesos de dos niños de edad similares a los desaparecidos Ruth y José.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, admitió el lunes que el informe que elaboró la Policía Científica parece estar equivocado pero trató de restar importancia a la responsabilidad de los técnicos que participaron en la identificación al asegurar que "hasta el mejor escribano puede cometer un borrón".

MEMORIA SOBRE EL ERROR

El Cuerpo Nacional de Policía no se ha quedado de brazos cruzados tras las dudas que el 'caso Bretón' ha levantado sobre su manera de trabajar y que, incluso, ha llevado al Sindicato Unificado de Policía a cuestionar las inspecciones óseas realizadas en los últimos años.

De momento, ha ordenado la redacción de una memoria sobre el informe de la Policía Científica de noviembre de 2011. El Ministerio del Interior espera disponer así de una explicación de todos los pasos que se dieron para llegar a la conclusión de que los huesos aparecidos en Las Quemadillas eran de animales y no de niños.

Esta memoria afecta únicamente al primer informe que encargó el juez instructor que investiga el caso y, según las fuentes consultadas, será para consumo interno dentro de la propia Policía Nacional y del Ministerio del Interior. El juez no ha tenido nada que ver.

La redacción del texto se está llevando a cabo por la propia Policía Científica y, al parecer, ha recaído directamente sobre las mismas personas que trabajaron en la primera inspección, por lo que podrán exponer de primera mano y con todo lujo de argumentos cuáles fueron las pruebas que encontraron para descartar por completo que los restos óseos pudieran corresponder a los niños desaparecidos.

Con todos los detalles sobre el papel, los responsables del Cuerpo Nacional de Policía y del Ministerio del Interior podrán analizar si realmente se cometió un error en las pruebas periciales y si se cometió alguna negligencia que obligue a depurar responsabilidades por el retraso provocado en la investigación y el daño causado a la familia durante este tiempo.