Para paliar esta situación, el III Plan para la Igualdad de Oportunidades entre Hombres y Mujeres incluye entre sus medidas una serie de actuaciones dirigidas a evitar discriminaciones que condicionan l situación de las mujeres rurales en la actualidad, hasta el punto de dejarlas prácticamente fuera de los órganos de toma de decisión y de ignorar su contribución económica y social.

Este plan apoya la creación de programas de formación y capacitación profesional que contribuyan a que las trabajadoras se adapten a la evolución de las tecnologías y de los métodos de trabajo, tanto los tradicionales como los modernos.

Entre las medidas que pretende poner en marcha el III Plan de Igualdad de Oportundades destaca la realización de campañas de sensibilización para que se reconozca la aportación de las mujeres rurales en los ámbitos económico y social; favorecer el asociacionismo de mujeres del medio rural; establecer ayudas para las mujeres rurales con proyectos empresariales y poner en marcha programas de formación y asistencia técnica.