En declaraciones a Servimedia, el responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace, Miguel Ángel Soto, destacó así que “el problema este año es que los fuegos han sido mucho más virulentos y, por ejemplo, el número de grandes incendios es muy superior (según datos de Medio Ambiente a 12 de agosto).

Las causas obedecen a las condiciones climáticas, “el verano ha sido mucho más seco y cálido”, al abandono de los usos tradicionales en el mundo rural (limpia de montes, pastoreo.. ) y "al recorte en prevención".

Por todo ello, Soto afirmó no entender que el ministro de Agricultura y Medio Ambiente “rechazara hablar de cambio climático". A su juicio, esto se debe a que “el Gobierno del PP no hace mucho por combatir el cambio climático, y obviamente no le interesa relacionarlo con nada”.

El portavoz de Ecologistas en Acción, Theo Oberhuber, insistió a su vez en que este ha sido "el peor año de la década" en cuanto a superficie arbolada y de arbustos quemada, y apuntó a un “cóctel de causas” como explicación.

Las altas temperaturas y la falta de lluvias, el abandono del campo, y los recortes en medios de extinción y de detección y prevención durante el invierno son los principales factores, declaró Oberhuber, quien lamentó que “lo poco que se ha ahorrado con estos recortes, lo vamos a pagar con creces”.