El Resultado Neto de Explotación (Ebitda) aumentó en 2.400 millones de euros, a unos 6.700 millones, debido, según la compañía, al crecimiento en un 39% del negocio en Rusia; a la renegociación de los contratos de compra de gas a largo, relativos al consumo indexado actualmente al petróleo, y a la falta de un efecto negativo no recurrente por la eliminación progresiva de la energía nuclear en Alemania, entre otros aspectos.

Por su parte, la deuda neta económica de E.ON se situó en 41.100 millones de euros al final del primer semestre, unos 4.700 millones más que al final de 2011.

Sobre la base de su cartera de negocio actual, E.ON sigue previendo que su Ebitda del ejercicio 2012 se sitúe entre 10.400 y 11.000 millones de euros y que su beneficio neto subyacente alcance entre 4.100 y 4.500 millones de euros.

En el primer semestre, las inversiones de E.ON en activos fijos, activos intangibles y participaciones accionariales ascendieron a un total de 2.700 millones de euros, cifra que representa un aumento del 10% respecto al año pasado.