Los sindicatos consideran que, pese a hallarnos en agosto, están "obligados a dejar constancia del profundo malestar que este colectivo tiene por el enorme ataque a los todos sus derechos".

En concreto, se quejan de la supresión de la paga extra de Navidad y la "práctica eliminación de los días de libre disposición que se adjudicaron para no subir el sueldo en otras épocas de bonanza", así como de una "mayor supresión del sueldo" de la que ya tienen en caso de baja por enfermedad.

Los sindicatos policiales también protestan por que, en tanto que funcionarios, se les señale "como culpables ante el resto de ciudadanos por haber obtenido un puesto de trabajo tras un proceso de selección que dura entre dos y tres años según la escala a la que se acceda, y a pesar de que los policías nunca tuvieron un reconocimiento económico acorde con su importancia y función".

Tras indicar que los ajustes son "un lavado de cara que no será capaz de arrastrar toda la podredumbre que han ido acumulando los políticos debajo de tanta manta de la que nunca quisieron tirar", la CEP, la UFP y el SUP terminan advirtiendo que "los policías no aguantan más, los policías están al límite".