Según informó la Policía en una nota de prensa, los detenidos actuaban siguiendo tres pautas: obtención de datos bancarios, fabricación de tarjetas de crédito y realización de compras fraudulentas.

En un primer momento compraban numeraciones de tarjetas de bancos extranjeros, principalmente estadounidenses, que obtenían mediante hackers informáticos.

Posteriormente fabricaban las copias de las tarjetas con un aspecto idéntico al de las emitidas por las entidades bancarias. Para ello, utilizaban un trastero ubicado en la localidad de Alcalá de Henares que estaba perfectamente equipado con dispositivos informáticos y otros útiles que permitían su clonación.

Por último, las tarjetas eran utilizadas, junto a documentación falsa, para la realización de compras en diversos establecimientos de la Comunidad de Madrid.

Los agentes comenzaron a investigar a este grupo el año pasado. Finalmente, y una vez obtenida toda la información acerca de los integrantes y de sus domicilios, la Policía estableció el correspondiente dispositivo operativo y procedió a la entrada y registro de cuatro inmuebles.

Allí intervinieron una gran cantidad de equipos informáticos y otros útiles destinados a la falsificación de las tarjetas. En el trastero, empleado a modo de laboratorio de clonación, los agentes hallaron un máquina lectora-grabadora, una impresora de transferencia térmica y una máquina estampadora de tarjetas.