Representantes de los distintos sectores de la industria cultural (cines, teatros, salas de conciertos...) ofrecieron este jueves una rueda de prensa conjunta para explicar el impacto económico que supondrá el incremento del IVA en sus empresas.

Daniel Martínez, portavoz de la Federación Estatal de Asociaciones de Empresas de Teatro y Danza (Faeteda), explicó que esta medida supondrá una "debacle" para la industria cultural, que se traducirá, según los cálculos que han realizado los diferentes sectores, en un descenso global de 43 millones de los espectadores que acuden a eventos culturales.

La decisión del Ejecutivo también ocasionará, según Martínez, una pérdida de 4.226 puestos de trabajo directos relacionados con la industria cultural, lo que supondrá algo más del 10% de los empleos que mantiene actualmente.

533 MILLONES DE EUROS MENOS

Debido al incremento del IVA, las empresas culturales dejarán de percibir igualmente unos ingresos de 533 millones de euros (un 25% menos de lo que facturan actualmente), corriendo peligro de cierre el 20% de las mismas.

Los representantes de la industria cultural consideran que si la justificación de esta medida solamente es generar dinero a las arcas del Estado, sus estudios indican que el impacto directo de la subida del IVA representaría en el mejor de los casos unos ingresos de seis millones de euros en un año, una cifra nada significativa si se tiene en cuenta que puede provocar la "caída al vacío" de este sector.

Aseguran que si el incremento fuera del 10% en lugar del 21% no sólo el Estado recaudaría más dinero (cerca de 11 millones de euros, según los cálculos de la industria cultural), sino que evitaría el desplome de ésta.

Según indican, la decisión del Gobierno convierte a España en "la excepción de Europa" y en el país más gravado de la zona euro, por encima incluso de Alemania, que sólo paga el 7% del IVA cultural.

Por todo ello, la industria cultural exige al Gobierno que reconsidere esta subida del IVA y advierte de que si finalmente se aprueba la medida, buscará la complicidad de los ciudadanos para que no permanezcan impasibles, salgan a la calle y expresen su malestar ante lo que es "un serio atentado" contra su capacidad para acceder a la cultura.