Floriano hizo este pronóstico en la rueda de prensa que ofreció con motivo de la reunión de la dirección del partido con sus presidentes provinciales, a quienes definió como "la base y la fuerza de nuestra estructura territorial".

Allí volvió a reconocer el "enorme sacrificio" que se está pidiendo a los españoles, pero aseguró que el PP "está cumpliendo su programa electoral, que es sacar a España de la crisis", pues ésta estará "superada" al final de la legislatura. Más tarde admitió que "el camino no es el que prometimos", pero lo atribuyó a la "terrible herencia" recibida, mucho peor de la que, dijo, se imaginaba el nuevo Gobierno.

Floriano se amparó en que el PP puede reformarlo todo menos esa herencia, pero prometió que este partido "va a ser capaz una vez más de transformar la situación que se encuentra", puesto que ello depende "en una parte muy importante de nosotros mismos", aunque otra dependa de las instituciones europeas que, subrayó, "tienen que cumplir con su obligación".

El líder popular se acordó también del PSOE, y de todos los datos ofrecidos por las últimas encuestas, se centró en el que apunta que los españoles piden a los socialistas más responsabilidad y apoyo al Gobierno, en vez de "poner palos en la rueda" y primar sus "intereses electorales". El PP, recordó, no apoyó las movilizaciones contra las medidas de ajuste aprobadas por el Ejecutivo socialista.

Recalcando que ni entonces ni ahora las protestas son una solución, porque sólo contribuyen a "dar una imagen que no se corresponde con la realidad" del país, Floriano atribuyó al apoyo del PSOE a las mismas el que siga "más de 10 puntos y alejado de la posibilidad de configurarse en una alternativa" creíble.

El dirigente del PP no se cree las ofertas de acuerdo de los socialistas, que le parecen "bastante cínicas" y una muestra de "fariseísmo", desde la premisa de que fue el PSOE quien condujo a esta situación cuando gobernaba.