Moliner, hasta ahora presidente de la Sala de lo Social del Supremo y perteneciente a la asociación progresista Jueces para la Democracia, ha asumido hoy oficialmente el cargo tras ser designado como sustituto de Carlos Dívar en el pleno que el CGPJ celebró el pasado martes.

El nuevo presidente del Supremo obtuvo el voto a favor de 12 vocales, el mínimo legal para poder ser designado. Recibió además cinco votos en contra y tres abstenciones.

La elección de Moliner se produjo después de varias horas de debate, que se extendieron a lo largo de dos semanas, y en el que los vocales del CGPJ propusieron y analizaron el nombre de una treintena de candidatos.

GRAN COLLAR

El acto de hoy duró poco más de diez minuto y comenzó cuando el secretario de la Sala de Gobierno dio cuenta del nombramiento de Moliner dando lectura al decreto publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

El hasta ahora presidente interino del Supremo, el magistrado Juan Antonio Xiol Rios, dio lectura al artículo 23 de la Constitución, que regula las bases del Supremo y del nombramiento de su presidente.

Tras este trámite, Aurelio Desdentado y Wenceslao Olea, como magistrados más antiguo y más nuevo del Tribunal Supremo, respectivamente, escoltaron a Moliner hasta el estrado. Tras los saludos de rigor, el hasta ahora presidente interino se quitó el Gran Collar de la Justicia y se lo impuso a Moliner como símbolo de su nuevo cargo.

Moliner subió entonces al estrado y se situó en la presidencia, rodeado por los miembros de la sala de Gobierno del Supremo, con lo que se dio por finalizado el acto.

En la toma de posesión estuvieron presentes el presidente del Constitucional, Pascual Sala; el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón; el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce; y el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska, entre otras personalidades.

Asistieron asimismo los miembros de la Sala de Gobierno del Supremo y todos los vocales del CGPJ. El que no asistió fue el predecesor Moliner, Carlos Dívar.

El nuevo presidente del CGPJ y del Supremo ofrecerá a las 14.15 horas una rueda de prensa en la sede del Consejo.

PROTESTA DE FUNCIONARIOS

Mientras se celebraba el acto de toma de posesión, en el exterior del Supremo protestaban contra los recortes varias decenas de funcionarios de la administración de justicia. Portaban bocinas y coreaban lemas como “manos arriba, esto es un atraco” o “dónde está, no se ve, la justicia del PP”.

Sus cánticos y ruidos se colaron en el interior del Salón de Pleno del Supremo, donde se celebró el acto.

PLANTAR CARA A GALLARDÓN

Los vocales del CGPJ se habían sumergido en las últimas semanas en una frenética actividad con el objetivo de alcanzar el consenso necesario para nombrar a un nuevo presidente conjunto del Supremo y del Consejo, celebrando continúas reuniones que se movieron entre las discrepancias sobre los candidatos y la perentoria necesidad de plantar cara al ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ante su propuesta de recortar en profundidad las competencias del órgano de Gobierno de los jueces.

El objetivo primordial del nombramiento era acabar con la “imagen de debilidad” ofrecida por el CGPJ tras la polémica suscitada por los viajes que Carlos Dívar cargó a las cuentas de la institución. En el seno del Consejo se considera que Gallardón ha aprovechado esta imagen de debilidad para plantear la reforma del CGPJ.