Este sistema de adquisición de vehículos, cuyo contrato se encuentra actualmente en vigor hasta el 31 de diciembre de 2009, aporta, según el Gobierno, "numerosas ventajas, como una reducción sustancial del coste de los recursos dedicados a la administración, gestión y mantenimiento de la flota de vehículos (personal, talleres, etcétera), una reducción del consumo de combustible como consecuencia de la modernización de la flota y una mayor operatividad de los vehículos, al ser casi irrelevantes las inmovilizaciones por averías y mantenimiento".

El contrato se adjudicará por procedimiento abierto, en el que todo empresario interesado podrá presentar una proposición, y por concurso, por lo que se adjudicará a la proposición más ventajosa con arreglo a los criterios establecidos en el pliego correspondiente. Se financiará con cargo a los presupuestos de la Guardia Civil.

Todos los vehículos deberán cumplir con unas características técnicas mínimas de seguridad e ir dotados de un kit policial: Sistema Integrado de Radiocomunicaciones Digitales de Emergencia del Estado (SIRDEE), sirena electrónica multitonos, sistema de encendido alternativo, etcétera.