Rajoy defiende sus ajustes porque sólo puede elegir “entre un mal y un mal peor”
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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, defendió este miércoles los últimos ajustes aprobados porque su única elección posible es “entre un mal y un mal peor”.
En la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, preguntó al presidente por los efectos que esas medidas tendrán sobre la economía.
Esas medidas, respondió Rajoy, tienen dos objetivos “instrumentales”: reducir el déficit público y que la economía sea cada vez “más flexible y competitiva”, con la meta final de crecer y crear empleo.
No habrá resultados inmediatos, reiteró, pero se están “sentando las bases” para la recuperación económica.
Rubalcaba denunció la secuencia con la que se fueron conociendo las medidas, desde los primeros anuncios de Rajoy en el Congreso, la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, los detalles en inglés y posteriormente la letra pequeña cuando se publicó el BOE.
La consecuencia de todo ello es que la atención a la dependencia “prácticamente desaparece”, la red familiar que asiste a los más desfavorecidos “se está agotando” y la red social la están “cortando” con los ajustes.
Ya que el Gobierno “admite que no es capaz de crear empleo”, le dijo, al menos no recorte las prestaciones, “porque va a llevar a mucha gente al borde de la desesperación”.
“Desentendiéndonos de los desempleados y de los dependientes no saldremos de la crisis”, alertó, como tampoco “machacando a impuestos” a las clases medias o recortando “salvajemente” los empleos y los salarios públicos. Sólo se crearán “más injusticias y más sufrimiento”.
Rajoy esgrimió los datos ya conocidos para justificar sus medidas, 90.000 millones de gasto en 2011 superiores a los ingresos y una deuda externa que alcanza casi el valor del PIB. Si eso no fuera así, aseguró, no habría tomado “buena parte” de las decisiones que ahora se debaten.
Son esos datos los que impiden hacer “muchas políticas que le gustaría hacer y a mí también”, aseguró, al tiempo que emplazó a Rubalcaba a explicarle cómo reducir el déficit sin reducir los gastos y aumentar los ingresos.
El problema del Gobierno, sentenció, es que no puede decidir “entre un bien y un mal” sino sólo “entre un mal y un mal peor”, y por eso opta por medidas “de sentido común” gracias a las cuales ya hay “cosas que van bien”, como las exportaciones.
Después, en los pasillos del Congreso, el presidente reiteró que esas medidas son “difíciles, de las que a nadie le gusta tomar”, pero que responden al “esfuerzo” imprescindible para superar la crisis.
“Si no lo hacemos España no saldrá, y si lo hacemos España saldrá adelante. Eso es lo que mueve al Gobierno”, insistió. “Hay cosas que no me gustan pero en este momento no tenemos otra alternativa”.
(SERVIMEDIA)
18 Jul 2012
CLC